sábado, 19 de septiembre de 2020

SOBRE LA EXISTENCIA DE COLONIAS ESPIRITUALES EN OTROS PAISES DEL GLOBO TERRESTRE

 

Imagen de referencia tomada de la película Nuestro Hogar

Por: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta - Colombia

La Doctrina Espirita nos enseña que la separación del alma y el cuerpo no es dolorosa, respuesta dado por la espiritualidad a Allan Kardec, al preguntar sobre el tema. Complementan dicha respuesta asegurando que, “el cuerpo sufre muchas veces más en el transcurso de la vida que en los instantes de la muerte[1]”. Sobre este mismo punto, el maestro lionés, asegura que “es razonable pensar que cuanto más se halla identificado el Espíritu con la materia tanto más laborioso le será el separarse de ella, mientras que la actividad intelectiva y moral y la elevación de pensamientos operan un principio de desprendimiento, incluso durante la vida del cuerpo, y cuando llega la muerte, la separación es rápida, este es el resultado de los estudios hechos sobre todos los individuos observados en el momento de la muerte. Esas observaciones prueban inclusive, que la afinidad que en algunas personas subsiste entre el alma y el cuerpo es a veces sobremanera penosa, por cuanto el Espíritu puede sentir el horror de la descomposición de la materia. Este caso es excepcional y propio de ciertos géneros de vida y de algunos tipos de muerte. Se presentan en ciertos suicidas[2]”.

 

Acorde a lo anterior, resulta de capital importancia la atención recibida por los Espíritus al momento de la separación del alma y el cuerpo, pues así como para muchos encarnados la ausencia del ser querido genera a nivel emocional sufrimiento y la necesidad de vivir el duelo, para poder asimilar progresivamente la pérdida e irse adaptando a vivir con su ausencia, de igual manera los seres queridos que parten, sienten la ausencia de los que quedaron en la retaguardia y muchas veces, dependiendo del progreso espiritual adquirido, necesitarán del apoyo fraterno de sus guías, protectores y familiares para sobrellevar ese estado de transición.

 

De esta manera, “mientras más materializado sea el periespíritu, más complejo, tardado y sufrido tiende a ser la elevación del patrón vibratorio del Espíritu recién desencarnado. Consecuentemente, más tardía tiende a ser la salida de ese Espíritu de un estado de perturbación espiritual ociosa y contraproducente en una región umbralina en dirección a una región de trabajo efectivo en el bien, como es el caso de las colonias espirituales como Nuestro Hogar, Campo de la Paz, entre otras. Esa etapa es conocida como “socorro o rescate espiritual[3]”. Es precisamente esta la razón por la cual se crearon las colonias o ciudades espirituales.

 

Como resultado de estas elucidaciones, podemos afirmar, que la existencia de estos núcleos fraternos, creados para apoyar en esos momentos de transición a los Espíritus desencarnados, existen en todos los países del globo terrestre.

 

André Luiz a través de la psicografía de Chico Xavier, nos informa en la obra “Los Mensajeros” que, durante la Primera Guerra Mundial, “las colonias espirituales de Europa, mayormente las de nuestro nivel, están sufriendo amargamente para poder atender a las necesidades generales. Ya comenzamos a recibir grandes masas de desencarnados, a consecuencia de los bombardeos. Nuestro Hogar, por la misión que le corresponde, aún no se puede imaginar todo el esfuerzo que el conflicto mundial viene exigiendo de nuestra colaboración en las esferas más bajas. Los Puestos de Socorro de varias colonias, vinculados al nuestro, están sobrecargados de europeos desencarnados violentamente. A los terribles bombardeos en Inglaterra, en Holanda, Bélgica y Francia, se suceden otros de no menor extensión. Después de reiteradas asambleas de nuestros mentores espirituales, se resolvió tomar la providencia de remover, por lo menos, el cincuenta por ciento de los desencarnados en la guerra en curso, para nuestros núcleos americanos[4]”.

 

En otra obra psicográfica de Francisco Cándido Xavier, Cuando se pretende hablar de la vida, el joven Roberto Muszkat, quien desencarnó el 14 de marzo de 1979, nos referencia acerca de una colonia en Israel. En ella, el Espíritu de Roberto Muszkat, presenta 22 mensajes dirigidos a sus padres y familiares; en un mensaje fechado el 16 de noviembre de 1979, relata a su madre “su desligamiento del cuerpo, con la ayuda de su abuelo Moszek Aron, el cual, al pronunciar las palabras “Leshaná Habaá bi - Yerushalayim” (era un adiós, significando: el año que viene en Jerusalén), lo ayudó a tranquilizarse haciéndolo dormir como un niño.

 

Cuando despertó, se vio en un lecho blanco con su abuela Rachel velando por él. Pasado un tiempo, su abuelo Moszek fue a buscarlo, llevándolo al encuentro de otros Espíritus amigos en un recinto dedicado a la oración, en la amplia escuela-hospital. Esos amigos cantaron el himno Shalom Aleichem (himno que da la bienvenida a los ángeles de la paz, cantado el viernes a la noche) y el abuelo, enseguida, lo bendijo. Las lágrimas bañaron su rostro, mientras el abuelo promovía el Seder (reunión festiva en la primera y segunda noche de la Pascua judaica), en cuya reunión tuvo la oportunidad de hacer muchas preguntas”.

 

Dice textualmente en el mensaje el Espíritu Roberto Muszkat: “Vine a saber, entonces, que me hallaba en Erets Israel (Tierra de Israel), o Tierra del Renacimiento, cuya belleza es indescriptible. Allí, en aquella provincia del Espacio Terrestre, se erguía otra ciudad luminosa de los Profetas (...). Con estas indicaciones no quiero decir que estaba en una ciudad privilegiada, porque otras naciones las poseen en las esferas que cercan el Planeta, pero aquel rincón era mi corazón latiendo con miles o millones de otros corazones, consagrados al Padre Único[5]”.

 

Sobre el tema de las colonias espirituales en otros lugares del orbe terrestre, encontramos una referencia en el artículo titulado “Espiritismo sin Espíritus”, en el que Cristina Nunes asegura que, “siendo Brasil un país relativamente joven, en relación con otras regiones del planeta, la existencia de las colonias espirituales es un hecho común en la Tierra. De esta manera, la autora nos remite a la obra mediúmnica de su autoría, Elysium, del benefactor desencarnado Caio Fábio Quinto, en la cual son descritas las características de una morada del mundo invisible ubicada sobre una región del mundo invisible, situada en la región de Campania, en Italia”.

 

Son muy pocas las referencias que existen en torno a las colonias en otros lugares diferentes a Brasil, hay mucho por investigar y aportar en este campo del conocimiento espírita y estamos prestos a recibir de nuestros amables lectores cualquier cita bibliográfica que nos ayude a ampliar el campo de acción de las colonias espirituales en la Tierra.

          

 


[1] Allan Kardec, El Libro de los Espíritus, pregunta 154. Editora Espírita Española 1981.

[2] Nota de Allan Kardec a la pregunta 155ª.

[3] https://ceefasis.jimdofree.com/art%C3%ADculos/los-seis-estad%C3%ADos-de-la-muerte/

[4] André Luiz/Chico Xavier, Los Mensajeros.

[5] http://www.oconsolador.com.br/ano9/443/especial_espanhol.html


martes, 8 de septiembre de 2020

UNA CURACIÓN ESPIRITISTA

 


Artículo tomado de la Revista de Estudios Psicológicos - Enero de 1894

Nuestra querida hermana, la distinguida publicista D.a Eugenia Estopa, nos ha remitido un relato, escrito por el joven Miguel Bianchi, de Algeciras, referente a un caso de obsesión en la persona de la señorita Isabel Sermeño, de la citada localidad, felizmente curado por el procedimiento espiritista.

 

Vamos a extractarlo ya que la abundancia de original nos impide insertar íntegro dicho relato.

 

El día 2 de abril último encontrábase la señorita Sermeño en su gabinete de tocador, cuando sin explicarse la manera de cómo pudo llegar a dicha estancia, halló en el sitio destinado a guardar los peines un objeto extraño, aparentando la forma de un martillo hecho de anea verde. Instantáneamente fue presa de desvanecimiento y atacada de dolor en las clavículas y articulaciones, en términos que no podía hacer el más mínimo movimiento, sin embargo de sentir continua excitación.

 

Imposible ocultar el caso a sus padres, y tal vez creyéndolo éstos arte de brujería, fueron a consultar con una mujer, dedicada según fama a la química cafre (?), la cual principió por reducir a cenizas el objeto misteriosamente encontrado, manifestando luego que se trataba de un maleficio pero que gracias a su intervención la cosa no tendría consecuencias funestas.

 

Durante la noche siguiente acentuáronse los dolores, sintiendo el sujeto irresistible hormigueo en todo su ser y como si un fuego abrasador devorase sus entrañas. Antes de clarear el día llamóse a un facultativo que recetó sin haber conseguido alivio de la enferma, quedando ésta en el lecho presa de atroces sufrimientos que le hacían presagiar próxima muerte.

 

En esta situación pasó algún tiempo, y una noche, en que se hallaba sola creyó oír voces que le decían algo, y si bien nada vio que la indicase la presencia de alguien a su alrededor, entendió perfectamente las siguientes palabras expresadas por una voz suave y deliciosa: Toma paciencia y ten fe en Dios. Casi al mismo tiempo, otra voz le dijo bruscamente; ¡No creas en Dios!

 

Noticioso del caso el joven espiritista Sr. Bianchi, pasó al domicilio de la enferma, y enterado de todos los pormenores, comprendió que se trataba de una obsesión, concibiendo en seguida la idea de intentar su curación por el procedimiento espiritista. Al efecto, y con intervención de la médium mecánica señorita García, obtuviéronse comunicaciones en las cuales se describía la enfermedad, indicándose a la vez los medios conducentes a su alivio y curación. Además pusiéronse de acuerdo con la señorita Estopa, cuyo conocimiento y práctica de la doctrina espiritista eran una garantía de acierto en la aplicación del tratamiento que debía seguirse, y con sólo cinco sesiones, sin medicinas de ninguna especie, operando sobre la enferma únicamente el fluido magnético de la médium, auxiliada por los espíritus desencarnados que asimismo se interesaban porque la curación se realizara, consiguióse el restablecimiento completo de la señorita Isabel Sermeño, llenando de alegría a sus parientes y de gozo a nuestros correligionarios por haber llevado a la práctica una verdadera obra de caridad.

 

Este es el extracto que nos complacemos en publicar, correspondiendo a los deseos de nuestra distinguida hermana señorita doña Eugenia N. Estopa, y porque tiende a la divulgación de una de las más consoladoras fases del Espiritismo.


domingo, 16 de agosto de 2020

FUNDAMENTOS DOCTRINARIOS DE LAS CREACIONES FLUÍDICAS O IDEOPLASTIAS DE LOS ESPÍRITUS


Imagen referencia
Por: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta - Colombia


Uno de los puntos capitales que se discuten, acerca de la apariencia material de las colonias espirituales, es, de que están hechas las cosas (casas, vestidos, plantas, etc.), que se describen en las diferentes obras en relación a las ciudades espirituales. Para ello, nos vamos a basar a las referencias escritas en las obras de la codificación y otras obras complementarias, que nos demuestran de forma objetiva, la manipulación que hacen los Espíritus del Fluido Cósmico Universal, para la creación de los diferentes elementos, de acuerdo a sus necesidades.

Es importante resaltar que el término ideoplastía fue acuñado por el doctor Joseph Pierre Durans de Gros[1], en 1860, para designar inicialmente los principales caracteres de la sugestión. Sin embargo, sería en 1912 cuando el profesor Charles Richet propusiera su aplicación a los fenómenos de materialización mediúmnica.

Retomando la idea principal de este post, el maestro lionés Allan Kardec, en un artículo publicado en la Revista Espírita del 3 de marzo de 1866, titulado “Introducción al estudio de los fluidos espirituales”, entre muchas consideraciones afirma que:

“El fluido cósmico, como principio elemental universal, ofrece dos estados distintos: el de eterización o imponderabilidad, que se puede considerar como el estado normal primigenio, y el de la materialización o de ponderabilidad, que solo le es, de alguna manera, consecutivo. El punto intermedio es aquel de la transformación del fluido en materia tangible; pero, acá aún, no hay transición brusca, pues se pueden considerar nuestros fluidos imponderables como un término medio entre los dos estados.

Cada uno de esos dos estados da lugar, necesariamente, a fenómenos específicos; al segundo pertenecen aquellos del mundo visible y al primero, aquellos del mundo invisible. Los llamados fenómenos materiales son de competencia de la ciencia propiamente dicha; los otros, calificados de fenómenos espirituales, porque se relacionan con la existencia de los Espíritus, son de competencia del Espiritismo; pero tienen entre ellos tan numerosos puntos de contacto que sirven para esclarecerse mutuamente y, como lo hemos dicho, el estudio de unos no podría estar completo sin el estudio de los otros”.

En El Libro de los Médiums, Segunda Parte, Cap. VII, Transfiguración y Bicorporeidad, Allan Kardec comenta una historia que nos demuestra la capacidad que tienen los Espíritus (encarnados o no), para hacerse identificar manipulando los fluidos, dice así:

“Otra señora, que reside fuera de la capital, hallándose gravemente enferma, vio cierta vez, alrededor de las diez de la noche, a un señor entrado en años que residía en la misma ciudad y con el cual se había encontrado algunas veces en reuniones sociales, pero sin que mantuvieran una relación más estrecha. Este señor estaba sentado en un sillón al pie de la cama de la enferma y, de vez en cuando, tomaba un poco de rapé. Parecía velar por ella. Sorprendida con semejante visita a esa hora, quiso preguntarle el motivo de la misma, pero el señor le hizo una señal para que no hablara y tratara de dormir. Varias veces intentó la señora dirigirle la palabra, pero siempre recibía la misma recomendación, hasta que acabó por dormirse. Algunos días después, ya restablecida, recibió la visita del referido señor, pero a una hora más conveniente. Esa vez él estaba allí realmente. Usaba la misma ropa, la misma caja de rapé, y sus modales eran exactamente los mismos. Convencida de que el hombre la había visitado durante su enfermedad, ella le agradeció la molestia que se había tomado. Bastante sorprendido, él le manifestó que hacía mucho tiempo que no tenía el placer de verla. La señora, que conocía los fenómenos espíritas, comprendió lo que había ocurrido, pero como no quería entrar en mayores explicaciones, se limitó a decirle que probablemente lo había soñado”.

Igualmente, en El Libro de los Médiums, Segunda Parte, Cap. VIII, Laboratorio del Mundo Invisible, Allan Kardec consulta al Espíritu de San Luis, acerca de la caja de rapé que portaba el Espíritu encarnado en su visita a la señora enferma:

Hemos citado un caso de aparición del Espíritu de una persona viva. Ese Espíritu tenía una caja de rapé, cuyo polvo aspiraba. La sensación que él experimentaba, ¿era idéntica a la que siente un individuo cuando toma rapé?

“No”.

La caja de rapé tenía la misma forma de la caja que él usaba habitualmente, que estaba guardada en su casa. ¿Qué era, pues, la caja que la aparición sostenía con las manos?

“Una apariencia. Era para que la circunstancia fuera notada, como realmente lo fue, y para que la aparición no fuera tomada por una alucinación producida por el estado de salud de la vidente. El Espíritu quería que la señora en cuestión creyese en la realidad de su presencia, y para eso adoptó todas las apariencias de la realidad”.

¿Tienen esos objetos su doble etéreo en el mundo invisible, del mismo modo que los hombres están representados en él por los Espíritus?

“No sucede de ese modo. El Espíritu dispone, sobre los elementos materiales que se hallan diseminados en todas partes en el espacio, en vuestra atmósfera, de un poder que estáis lejos de sospechar. Puede concentrar a voluntad esos elementos y darles la forma aparente adecuada a sus proyectos”.

Más adelante complementa Kardec, de esta manera:

“De esta explicación resulta que los Espíritus logran, a voluntad, que la materia etérea sufra transformaciones. Así, por ejemplo, en el caso de la caja de rapé, el Espíritu no la encontró hecha, sino que él mismo la hizo en el momento en que la necesitó, mediante un acto de su voluntad. Y también pudo deshacerla. Lo mismo debe de ocurrir con todos los demás objetos, como ropas, joyas, etc.”.

“Es evidente”.

Para comprender que tanto puede durar una de estas creaciones hechas con el pensamiento y la voluntad por parte de los Espíritus, Allan Kardec vuelve a inquirir:

Los objetos que se vuelven tangibles mediante la voluntad del Espíritu, ¿pueden adquirir un carácter permanente y estable, y ser de uso frecuente?

“Eso puede suceder, pero no se hace. Está fuera de las leyes”.

¿Todos los Espíritus tienen en un grado similar el poder de producir objetos tangibles?

“No cabe duda de que cuanto más elevado es el Espíritu, tanto más fácilmente lo consigue. Sin embargo, eso también depende de las circunstancias: los Espíritus inferiores pueden tener ese poder”.

De estas respuestas entregadas por los Espíritus, Kardec hace las siguientes consideraciones:

La teoría precedente puede ser resumida de este modo: el Espíritu actúa sobre la materia. Extrae de la materia cósmica universal los elementos necesarios para formar, según lo desee, objetos que tengan la apariencia de los diversos cuerpos que existen en la Tierra. También puede, mediante su voluntad, operar sobre la materia elemental una transformación íntima, que le confiera determinadas propiedades. Esta facultad es inherente a la naturaleza del Espíritu, que la ejerce a menudo como un acto instintivo, cuando es necesario, y sin percatarse de ello. Los objetos que el Espíritu forma tienen una existencia temporaria, subordinada a su voluntad o a la necesidad. Puede hacerlos y deshacerlos según lo desee. En ciertos casos, esos objetos pueden tener en presencia de las personas vivas todas las apariencias de la realidad, es decir, volverse momentáneamente visibles e incluso tangibles. Existe formación, pero no creación, ya que el Espíritu no puede extraer cosa alguna de la nada.

Otra de las obras que nos clarifica el tema que estamos analizando es “La Génesis, los Milagros y las Predicciones según el Espiritismo”, donde Allan Kardec elucida sobre la forma en que los Espíritus manipulan los fluidos espirituales:

“Los Espíritus actúan sobre los fluidos espirituales, pero no como los hombres manipulan los gases, sino con la ayuda del pensamiento y la voluntad. Para los Espíritus, el pensamiento y la voluntad son lo que la mano para el hombre. Mediante el pensamiento, ellos imprimen a esos fluidos tal o cual dirección, los aglomeran, los combinan o dispersan, y forman con ellos conjuntos que presentan una apariencia, una forma, un color determinados; modifican sus propiedades igual que un químico transforma las de los gases o las de otros cuerpos, al combinarlos según ciertas leyes. Se trata del inmenso taller o laboratorio de la vida espiritual.

En algunos casos, esas transformaciones son el resultado de una intención; la mayoría de las veces, son el producto de un pensamiento inconsciente. Basta con que un Espíritu piense en una cosa para que esta se produzca”.

Y continúa explicando, en la misma línea de pensamiento.

Por un efecto análogo, el pensamiento del Espíritu crea fluídicamente los objetos que él estaba habituado a utilizar. Un avaro manipulará oro, un militar mostrará sus armas y su uniforme, un fumador su pipa, un labriego su arado y sus bueyes, una anciana su rueca. Esos objetos fluídicos son tan reales para el Espíritu, como lo eran en el estado material para el hombre vivo; no obstante, debido a que son creaciones del pensamiento, su existencia es tan efímera como este.

Juana de Ángelis, en la obra “En el borde del infinito”, afirma que las creaciones fluídicas de las colonias espirituales, son “plasmados por mentes que las moldean en el fluido universal, son populosos centros de vida donde el amor se agita, verdaderos cielos para los que actúan en los ideales de ennoblecimiento, posadas de los Espíritus dichosos” … “No se trata de lugares hipotéticos, o de centros donde predomina la ociosidad en demorada inercia, o de un paisaje fantasioso para el reposo de la inutilidad[2]”.

Igualmente, Manoel Philomeno de Miranda, a través de la mediúmnidad de Divaldo Franco, reafirma la existencia de dependencias donde se presta auxilio a entidades en condiciones dolorosas, después del proceso desencarnatorio, al aseverar que muchos Espíritus “llegan afligidos, en deplorable estado de turbación, confundiendo la realidad de donde proceden con las realidades legítimas, que ahora enfrentan y no pueden identificar… Se apegan a los despojos mortales y conservan las fijaciones mentales perniciosas, por lo que es necesario internarlos en sanatorios especializados, que la caridad de los abnegados mensajeros de Jesús han edificado, en beneficio de esos pobres delincuentes[3]”.

Para Hermelindo Bravo, Espíritu, en la vida más allá de la tumba, “hay regiones vibratorias de tono variado, desde las más rudimentarias primitivas, hasta aquellas de constitución tan sutil y elevada que a la mayoría de nosotros se nos escapa por el momento, como comprensible, por falta evolución espiritual…Ideoplastías envuelven a hombres y a Espíritus como consecuencia de sus fijaciones mentales, que se transforman, con el transcurso del tiempo, en formas casi vivas, fantasmagóricas, que los perturban[4]”.

No quisiéramos terminar el tema de las creaciones fluídicas o Ideoplastías, sin hablar de las experiencias de Charles Richet en sus experiencias con los fenómenos mediúmnicos a través de médiums con Frank Kluski y Eusapia Paladino.

“Es un fenómeno singular que ha recibido el nombre, muy bien compuesto, de ideoplastía, del cual se pueden citar numerosos ejemplos, de suerte que los fantasmas no serían sino fenómenos de ideoplastía, es decir, que el espíritu del médium puede fabricar objetos materiales con solo la fuerza de su pensamiento. Tuve con Eusapia un ejemplo notable. Sostengo en mi mano, durante veintiocho segundos, detrás de la cortina, la mano materializada de John King, mano esa mucho más grande que la de Eusapia, que tiene las suyas controladas por la Sra. Curie y por mí. Yo había pedido un anillo (uno annello). La mano inmediatamente me hizo sentir un anillo; después pedí una pulsera y sentí en mi muñeca la presión de una pulsera de mujer, cuyo cierre era una hebilla[5]”.

En esta obra, Richet coloca muchos ejemplos de este tipo, reafirmando la capacidad de los Espíritus para realizar estas creaciones fluídicas, utilizando para ello, pensamiento y voluntad.



[1] Científico y filósofo francés, también conocido como Dr. Smith, que define su pensamiento como panteísmo espiritualista o panpsiquismo. Es reconocido por su participación en el análisis del conocido “Hombre Lobo de Allariz”, asesino en serie, considerado como una representación real del Sacamantecas o El hombre del saco.
[2] Divaldo Franco/Juana de Ángelis, En el borde del infinito, cap. 12, La vida espírita o espiritual. Editora Mensaje Fraternal, 1986.
[3] Manoel Philomeno de Miranda/Divaldo Franco. Mediúmnidad, desafíos y bendiciones; Sufrimientos morales en el más allá, pág. 29 – 30. Editorial Kimpres S.A.S. 2017.
[4] Hermelindo Bravo/Divaldo Franco. Hacia las Estrellas. Provincias de sombra y de dolor, pág. 29 – 30. Librería Espírita Alvorada Editora. 1990.
[5] Charles Richet, La gran esperanza. Pág. 228.

jueves, 23 de julio de 2020

TELÉFONO MEDIÚMNICO

J. HERCULANO PIRES

Algunos no creen en las comunicaciones de los Espíritus, otros creen demasiado y quieren obtenerlas con la facilidad de una llamada telefónica. ¡Ni tanto al cielo, ni tanto a la Tierra! Si las comunicaciones entre las criaturas terrenas no siempre son fáciles, ¿qué decir de las que se procesan entre los espíritus y los hombres? Mucha gente busca al médium como si él fuese una especie de cabina telefónica. Pero no siempre el circuito está libre y muchas veces el espíritu evocado no puede atender.

No hay duda que estamos en la época profetizada por Joel, en que las manifestaciones se intensifican por todas partes. Sin embargo, no todos los espíritus están en condiciones de comunicarse con facilidad. Además, la manifestación solicitada puede ser inconveniente en el momento, tanto para el espíritu como para el encarnado.

La muerte es un fenómeno psicobiológico que ocurre de varias maneras de acuerdo con las condiciones ideo-emotivas de cada caso, envolviendo a los que parten y a los que quedan. La pregunta 155 de El Libro de los Espíritus explica de manera clara la complejidad del proceso de desencarnación. Algunos Espíritus se liberan rápidamente del cuerpo, otros se demoran en hacerlo y eso retarda su posibilidad de comunicarse.

Debemos recordar además, que los Espíritus son criaturas libres y conscientes. No están a merced de nuestros caprichos y ningún médium o director de sesiones tiene el poder de hacerlos atender nuestros llamados. Cuando quieren manifestarse, ellos lo hacen espontáneamente y, no es raro que lo hagan de manera inesperada. Se engañan los que piensan que pueden dominarlos. Ya enseñaba Jesús, como vemos en los Evangelios: el espíritu sopla donde quiere, y nadie sabe de dónde viene, ni a dónde va.

Es natural que los familiares afligidos busquen obtener la comunicación de un ser querido. Pero es necesario que recuerden la necesidad de respetar las leyes que rigen las condiciones del Espíritu en la vida y en la muerte. El intercambio mediúmnico es un acto de amor, que solo debe realizarse cuando es conveniente para los dos lados de la vida. El Espiritismo nos enseña a respetar la muerte como respetamos la vida, confiándonos a los designios de Dios. Solo la misericordia divina puede regular el diálogo entre los vivos de la Tierra y los vivos del Más Allá. Hagamos nuestras oraciones en favor de los que partieron y esperemos en Dios la gracia del reencuentro que solo Él nos puede conceder.

Muchos religiosos condenan las comunicaciones mediúmnicas, alegando que ellas violan el misterio de la muerte y perturban el reposo de los muertos. Se olvidan que los mismos Espíritus de los fallecidos buscan comunicarse con los vivos. Fue de esa búsqueda de comunicación de los muertos, tan insistente en el mundo entero, que se iniciaron de manera natural las relaciones mediúmnicas entre el mundo visible y el invisible.

El concepto erróneo de la muerte, como aniquilamiento o transformación total de la criatura humana, genera y sustenta esas formas de superstición. El Espiritismo, reviviendo los fundamentos olvidados del Cristianismo puro, nos muestra que la comunicación mediúmnica es ley de la vida, para liberarnos de errores y temores supersticiosos del pasado.


Tomado del Diario de Sao Paulo, "Chico pide licencia".
Traducción: Oscar Cervantes Velásques
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta (Colombia)

jueves, 16 de julio de 2020

SOBRE EL SUCESOR DE ALLAN KARDEC


Allan Kardec

A finales de 1861, concretamente en diciembre de ese año, se rumoraba entre los adeptos de la Doctrina quien sería el sucesor de Allan Kardec. No porque este estuviera enfermo, no, sino en razón de que ellos no veían al hombre que pidiera sucederlo. Que tuviera, por ejemplo, su formación científica, que poseyera un método de trabajo riguroso y que aunara una honestidad intelectual con un notable sentido común. Este sucesor que no se veía en el ambiente, excitaba la preocupación de sus compañeros. Y ello motivo que, captando esa inquietud general, el Maestro tratara de indagar sobre quien sería su sucesor.

       En una sesión privada celebrada en su casa de habitación el día 22 de diciembre del referido año y con el concurso del médium señor d´A., el Maestro hizo la siguiente exposición, solicitando una opinión al respecto.

       –Entre los adeptos, muchos se inquietan acerca de quien vendrán en pos de mí, y se preguntan quién me reemplazará cuando parta, puesto que, no ven persona notoriamente apta para tomar las riendas. Yo respondo que no tengo la pretensión de ser indispensable, que Dioses muy sabio para hacer descansar sobre la vida de un hombre el porvenir de una doctrina que debe regenerar al mundo y que, además, me ha sido dicho que para cumplir mi tarea de construir la doctrina me será otorgado el tiempo necesario. A mi sucesor le será, entonces, la empresa más fácil, puesto que tendrá trazado todo el camino y no necesitará más que perseverar en él. Esto, no obstante, si los Espíritus juzgan a propósito decirme alguna cosa más positiva a este respecto, les estaría reconocido.

       –Todo lo que has dicho es rigurosamente exacto. Oye, no obstante, lo que podemos decirte por añadidura. Tienes razón al decir que no eres indispensable. Lo eres a los ojos de los hombres porque era necesario que el trabajo de organización estuviera concentrado en las manos de uno solo para que el movimiento no careciera de unidad, mas no lo eres a los ojos de Dios. Si ella fuera interrumpida por una causa cualquiera no le faltaran a Dios sujetos para reemplazarte. Venga, pues, lo que venga, el Espiritismo no puede peligrar.

       Si el que debe reemplazarte fuera designado con antelación, podría sufrir entorpecimientos la obra no concluida; se formarían contra él oposiciones sugeridas por los celos, se discutiría su aptitud antes de que pudiera dar pruebas; los enemigos de la doctrina amontonarían barreras en su camino, y el resultado postrero serían los cismas y divisiones. No se revelará, por lo tanto, hasta que el momento sea oportuno.

Su tarea será más fácil, porque, como tú has dicho, tendrá todo el camino trazado, pero si se separa de él, se perderá, como se han perdido cuantos han querido desviarse del sendero. Sin embargo, su misión será más penosa mirada desde otro punto de vista, porque tendrá que sostener rudas contiendas. A ti incumbe el trabajo de la concepción; a él, el de la ejecución: por esto necesitará ser un hombre enérgico y activo. Admirad la sabiduría de Dios en la elección de sus mandatarios: tú posees las cualidades necesarias para el trabajo que debes llenar, pero careces de las precisas a tu sucesor. A ti te conviene la calma, la tranquilidad del escritor que madura sus ideas en el silencio de la meditación; a él le convendrá la fortaleza del capitán que gobierna un navío según las reglas de la ciencia. Descargando el trabajo de la creación de la obra, bajo la protección de aquél, tu cuerpo sucumbirá y él se verá más libre para aplicar todas sus facultades al desenvolvimiento y consolidación del edificio.

Pregunta. ¿Podríais decirme si la elección de mi sucesor está hecha en este momento?

Respuesta. Lo está, y no lo está, atendido a que el hombre, gozando de su libre albedrío, puede retroceder en el último momento ante la tarea que el mismo eligió. Precisa que haga pruebas de capacidad, de desenvoltura, de desinterés y de abnegación. Si fue movido tan solo por la ambición y el deseo de figurar, no lo dudes, será dejado a un lado.

Pregunta. Se me ha dicho que muchos Espíritus superiores encarnarían para ayudar al movimiento.

Respuesta. Sin duda muchos Espíritus encarnarán con tal misión, mas cada uno tendrá su especialidad, y obrará por su posición sobre tal o cual parte de la sociedad. Todos se revelarán por sus obras, y ninguno por una pretensión cualquiera a la supremacía.

Este diálogo, de suyo clarísimo, no necesita comentario explicativo alguno. Solo se debe significar el principio del libre albedrío del hombre y como ese principio es respetado. Cuando Allan Kardec pregunta si la elección de su sucesor ya está hecha, la respuesta es afirmativa y negativa al mismo tiempo, en atención a que el hombre, gozando de su libre albedrío, puede retroceder en el último momento ante la tarea que el mismo se ha impuesto. Esto quiere decir que si el sucesor del Maestro fallara en el último momento en vista de lo grande y fuerte de su misión, sería dejado de lado y lo mismo sucedería si aceptada la ejecución de la misma, lo hiciera única y exclusivamente por el deseo de figurar y de atender a un sentimiento de ambición personal.

Muy distinto, por cierto, fue la posición del Codificador ante su propia misión. Compenetrado desde un principio de la importancia y trascendencia de la misma, él le consagró todos sus esfuerzos haciendo abnegación de su persona, de su tranquilidad y de su vida misma en aras de la realización y del establecimiento de ese nuevo ideal en el mundo que constituyó el Espiritismo.

Tomado de la obra: "Allan Kardec y la dimensión moral de un hombre y su doctrina", de Daniel Guerra Iñiguez

domingo, 28 de junio de 2020

LA COLONIA ESPIRITUAL NUESTRO HOGAR


Por: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta - Colombia


La colonia espiritual “Nuestro Hogar”, fue la primera sociedad urbana del plano espiritual documentada y de cuya historia nos habla André Luiz, por intermedio de la psicografía de Chico Xavier; la misma se encuentra situada por encima de la ciudad de Rio de Janeiro (Brasil). “Nuestro Hogar, de acuerdo a información del benefactor espiritual Lucius,  es una fundación de portugueses distinguidos, desencarnados en Brasil en el siglo XVI[1]”.

Nuestro Hogar se encuentra organizada de la siguiente manera:

1.       La ciudad tiene forma de estrella de seis puntas y el edificio de la gobernación se encuentra en el centro de la estrella. 
2.       La Gobernación, dirigido por Clarencio, es el órgano central, el cual a su vez se apoya en 6 ministerios a saber:

a. Ministerio de Regeneración: Es el responsable de recibir a los “recién llegados de la zona del Umbral” que son instalados “en las Cámaras de Rectificación pertenecientes a este Ministerio”.  
b. Ministerio de Auxilio: La gran función del Ministerio de Auxilio es la de planear nuevas reencarnaciones. Además, se atiende a los enfermos, se oyen rogativas, se seleccionan oraciones, se organizan grupos de socorro para los habitantes del Umbral o para los que lloran en la Tierra, y se estudian soluciones para todos los procesos que originan sufrimiento; en él se reciben a los espíritus rescatados del umbral.
c. Ministerio de Comunicación: Es el responsable por los servicios de comunicación prestados en la colonia, tanto de comunicación con las otras colonias, como en los servicios de comunicación de aquellos que desean entrar en contacto con los parientes que aún viven en el plano terrenal.   
d. Ministerio de Esclarecimiento: En este Ministerio están los archivos de la fundación de la Colonia. Además, el Ministerio tiene una "Sección de Archivo" donde se registran los hechos particulares de cada individuo, una especie de memoria donde se registran los hechos relacionados con todas sus vidas pasadas.
e. Ministerio de Elevación: Renuncia y elevación personal son las características de los espíritus que se dedican a este ministerio.  
f. Ministerio de la Unión Divina: Es el más elevado, pues es un ministerio adjunto a las esferas de la más alta evolución espiritual. Se encarga de establecer los servicios más sublimes con el plano superior y sus actividades requieren conocimiento justo y sincera aplicación del Amor Universal.

3.          Cada ministerio está dirigido por 12 ministros, para un total de 72 ministros. Los cuatro primeros ministerios nos aproximan a las esferas terrestres y los dos últimos, nos unen al plano superior, pues la ciudad espiritual es una zona de transición.
4.          La jerarquía espiritual en la colonia Nuestro Hogar, esta categorizada de tal manera, que ellas se condicionan a tareas específicas desarrolladas por los denominados “asistentes, instructores, ministros y gobernadores”.
5.          Lo que rige en la formación de las colonias espirituales es la Ley de Afinidad. Cada uno de nosotros, después de la desencarnación, irá a la esfera que se adapte a nuestra condición moral.
6.          La colonia cuenta, además, con una oficina de Tránsito y Transporte y, un medio de transporte llamado aerobús: un carro grande, suspendido del suelo a más de 5 metros, el cual se mueve a gran velocidad.

Nuestro Hogar presenta una vida en el más allá, semejante a la nuestra aquí en la tierra, con sus propias leyes, posiciones sociales y toda una vida social que se desarrolla más allá de la tumba, con su estructura política y jerárquica de carácter eminentemente moral, evolutiva y espiritual.

El conocimiento de la existencia de la colonia espiritual Nuestro Hogar, generó entre el mundo espírita, toda clase de conjeturas: desde los que negaron de manera rotunda su existencia, aduciendo que entre las enseñanzas de la codificación jamás se habló de colonias; los que la aceptaron como algo novedoso, que formaba parte de una nueva revelación del mundo espiritual a los hombres; hasta los que asumieron que lo que Chico Xavier había hecho era copiar la información que Swedenborg ya había manifestado acerca del mundo espiritual en su obra “El Cielo y sus maravillas y El Infierno de cosas vistas y oídas”. No faltaron los negadores sistemáticos, quienes acusaron a Chico Xavier, entre otras muchas cosas, de pretender materializar el mundo de los espíritus.

Ante la cantidad de injurias y ataques por parte de quienes dudaron de la autenticidad de lo dictado por André Luiz a Chico Xavier, Chico recibió en sueños la visita de André Luiz, quien lo llevó por encima de la ciudad Nuestro Hogar y de esa manera pudiese constatar lo que había psicografiado. Posteriormente pudo verificar todo lo observado, cuando Higorina Cunha, sobrina de Euripides Barsanulfo, sacó a luz el libro “Ciudad del Más Allá”, con el diseño del mapa de la colonia espiritual, la cual también había visitado en desdoblamiento espiritual.

Nuestro Hogar es solo una de las muchas ciudades existentes en el plano espiritual construidas con el objetivo de ofrecer a los Espíritus desencarnados, oportunidades de trabajo y aprendizaje entre sus experiencias reencarnatorias. Es considerada una zona de transición hacia las esferas espirituales superiores. El trabajo en la colonia está, por lo tanto, organizado para atender a la diversidad de necesidades de los Espíritus que aún tienen el compromiso de reencarnar.




[1] André Luiz/Chico Xavier, Nuestro Hogar. Editora Mensaje Fraternal, pág. 48.

LA SOCIEDAD ESPIRITISTA DE SANTA MARTA — SESMAR

  Siguiendo con nuestras elucidaciones en torno a mi llegada al movimiento espírita en la ciudad de Santa Marta, anotadas en el artículo ant...