La
carta de identidad de los Espíritus, según enseña Kardec, es el lenguaje. La
experiencia comprobó, en todo el mundo, a través de más de un siglo, la verdad
de esa enseñanza. Pero el común de la gente que se interesa por el Espiritismo
parece ignorarlo, lo que abre las puertas a muchas mistificaciones de lenguaje
pomposo y a veces incluso, irrespetuoso. Bajo la responsabilidad de la Librería
Freitas Bastos está siendo divulgado un folleto supuestamente espírita sobre la
plegaria del Padre Nuestro. La identidad del autor se comprueba desde el
título. Pero es necesario advertir a los incautos en cuando a la procedencia de
este folleto irrespetuoso.
El
autor es encarnado y se presenta como un nuevo Mesías. Un motivo más para
comprender que el caso es lamentable. Entidades sombrías lo arremeten, como un
ariete mediúmnico, contra el Cristianismo y el Espiritismo. Sus argumentos no
son mejores que su lenguaje. Afirma que Jesús no enseñó esa plegaria. Para él,
se trata de “estupideces que Jesús no dijo”. Bastaría eso para mostrar la punta
de la oreja del verdadero autor, que se esconde detrás del médium fascinado.
Ningún espíritu superior, encarnado o desencarnado, enseña verdades
espirituales de esa manera.
Criticando
las primeras palabras de la plegaria: “Padre nuestro que estas en el cielo”,
alega el autor que Dios está en toda parte y no en determinado lugar: “está en
la intimidad profunda de todo y de todos”. Véase la contradicción del lenguaje.
Una frase grosera se opone a otra frase que se presenta digna de un espíritu
elevado. Así confunde a los ingenuos. Y es precisamente eso lo que el autor desea.
Pero en verdad eso muestra sólo lo siguiente: que la frase noble no es del
autor irrespetuoso, fue simplemente quitada de textos extraños para dorar la
píldora de su grosería.
La
palabra “cielo” tiene un sentido espiritual bien conocido. Quiere decir plan
superior, estado de pureza, conciencia limpia y tranquila. La crítica del autor
del folleto revela falta de comprensión de ese trecho y de toda la plegaria del
Padre Nuestro. Al criticar la expresión altamente significativa: “Hágase tu
voluntad”, el autor exclama: “Jamás Jesús enseñaría semejante tontería”. Véase
la grosería de la expresión, de hecho, bien adecuada a la estrechez de las
ideas. El autor no sabe que esa expresión se refiere a nosotros, criaturas
humanas, y a los espíritus inferiores del espacio que no hacen la voluntad de
Dios:
La
oración del Padre Nuestro fue analizada por Kardec en “El Evangelio según el
Espiritismo”, frase por frase. En el medio espírita ella fue siempre objeto de
comentarios y explicaciones en charlas y conferencias. Es fácil para los
estudiosos evaluar la extensión de las necesidades espirituales del autor de
este folleto. Pero hay muchas personas ingenuas que se dejan llevar por el
palabrerío de los mistificadores. Es necesario esclarecer el asunto, en
beneficio de esas personas.
Tomado
del libro: “El Hombre Nuevo” de J.
Herculano Pires.
Traducción
al español: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco
de Asís
Santa
Marta - Colombia
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