martes, 14 de mayo de 2019

EL SECRETO DE LA JUVENTUD


EL SECRETO DE LA JUVENTUD

Autor: Hermano X



Un ángel hermoso de la Justicia, en la escala de tiempo, recibió una pequeña multitud de espíritus recién desencarnados en la tierra.


Todos eran personas maduras, alrededor de las cuales el Ministro de la Ley debería emitir un juicio rápido, como introducción a un análisis más amplio, así como un magistrado en la Tierra que, en la fase inicial de un caso, puede ordenar una acción correctiva.


Ancianos artríticos y dementes, abatidos y decrépitos, demostrando evidentes signos de angustia, se congregaban allí, manteniendo las características de la enfermedad que les habían marcado el cuerpo.


Muchos lloraban como niños asustados, otros apretaban sus corazones con la mano derecha rígida, mientras que otros se levantaban con inmensa dificultad, arrastrándose, temblorosos….


Las sensaciones de la carne los herían en lo más íntimo, deteniendo su ser, en los amargos recuerdos que traían del mundo.


Conducidos a examen, bajo la custodia de benefactores abnegados, acusaban esa o aquella diferencia para mejorar, recibiendo una hoja explicativa para el inicio de las nuevas tareas que los aguardaban en el plano espiritual.


Ahora, era un psicópata recobrando la lucidez; después, era un hemipléjico retomando el equilibrio ...


Sin embargo, las huellas de la vejez corporal perseveraron casi intactas, ciertamente, largo tiempo en la nueva vida para ser debidamente desintegradas.


En último lugar, sin embargo, se acercó al Ángel una pobre viejita, humilde y triste.


Sus cabellos plateados y las arrugas que desfiguraban su rostro denunciaban unos ochenta años de lucha física.


Sin embargo, traída a la gran balanza, ¡oh! ¡Divina sorpresa! ... De nota en nota, se hacía más joven, hasta que, bendecida por la sonrisa del Angélico evaluador, la extraña anciana se convirtió en una bella niña y muchacha, en sus veinte primaverales años.


Toda la asamblea vibró de felicidad, ante el inolvidable cuadro.


Intrigado, me acerqué a un antiguo consejero y le pregunté la razón de la inesperada metamorfosis.


El esclarecido mentor, pidió la ficha de la celestial criatura, para sacarme de mi ignorancia, y, en la hoja blanca y ligera, pude leer, admirado:


Nombre - Leocádia Silva.
Profesión - Educadora.
Existencia Terrestre - 701.280 horas.
Aplicación de las Horas:


Servicio de auto-asistencia para una justa garantía en el campo de la evolución:


1 - Juventud Laboriosa ....... 175.200 horas
2 - Magisterio digno ........... 65.700 horas
3 - Alimentación e higiene ... 43.800 horas
4 - Estudio provechoso y actividades religiosas .... 41.900 horas
5 - Descanso necesario para rehacerme ... 109.500 horas


Servicio extra, completamente gratuito, en favor del prójimo:


1 - Devoción a los necesitados ....... 85.100 horas
2 - Movimiento fraterno en misiones de ayuda ... 32.840 horas
3 - Noches de vigilia en solidaridad a los enfermos ... 33.000 horas
4 - Conversación sana en el amparo moral genuino ... 54.750 horas
5 - Diversas tareas de caridad ....... 59.490 horas


Total, horas: 701.280 horas.


- ¿Lo has entendido? - dijo el consejero, sonriendo.


Y ante mi ineludible asombro, concluyó:

- El que da de su propio tiempo, para el beneficio de los demás, no cuenta el tiempo o la edad, en el sentido del envejecimiento. Leocadia renunció a todas sus horas disponibles para ayudar a los hermanos del mundo. Sus días no pesan, por lo tanto, sobre los hombros de su alma......


Mi interlocutor partió, alegre, para felicitar a la heroína, y contemplando embelesado, el rostro radiante del Sublime Mensajero que presidió el Gran Encuentro, comprendí por qué los Ángeles del Amor Divino revelan en sí mismos, la suprema belleza de la eterna juventud.


Tomado del libro: “Cuentos de la Vida” por el Hermano X, psicografiado por Chico Xavier.
Traducción: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta, Colombia


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