Revista Espírita Ampla Visão, noviembre de 1999
La reencarnación y la dactiloscopia
Imagen tomada de la Web: http://http://claramonteasociados.com/blog_detectives_privados_barcelona/ |
Reportaje del Dr. Carlos Bernardo Loureiro
“Dice la Ciencia: no hay una huella digital igual
a otra. ¿Será? ¿Cuándo un caso de esos es descubierto puede ser indicativo de un
caso de reencarnación?”.
El 27 de mayo de 1935, la “Gaceta de Recife” publicó
un reportaje impresionante según el cual un espírita estudioso consiguió obtener
dos huellas digitales idénticas. Se sabe que es un principio fundamental en dactiloscopia
que no existen dos impresiones papilares idénticas, principio que, en este
caso, no fue derogado, puesto que no se trata de las huellas de dos personas
vivas, sino de dos personas que vivieron en épocas diferentes.
El coleccionador de huellas digitales es el Sr.
João Apolinário dos Santos, técnico en dactiloscopia. El Sr. Apolinário llevaba
la impresión del pulgar derecho de cada persona, por tener un diseño básico y, cuando
era posible, registraba las diez huellas, dada la posibilidad de que surgiera alguien
a quien le faltase un dedo.
Informa la “Gaceta de Recife” que, cierto día,
João Apolinário, habiendo visitado a un amigo, el Sr. Manoel do Nascimento, le
pidió su consentimiento para realizar investigaciones dactiloscópicas con sus hijos
y nietos. Entre los niños, figuraba el pequeño José Odon, conocido en la familia
por Pipio. El Sr. Apolinário comenzó a confrontar las huellas de los niños con la
de personas fallecidas. Fue entonces que descubrió la perfecta igualdad entre los
diseños digitales del pequeño Pipio y los de un viejo amigo de la familia del niño,
Pedro Guedes de Oliveira, muerto hacia cerca de 10 años, en edad avanzada. Aquella
extraordinaria constatación evidenciaba, a ojos vistas, un proceso palingenésico,
teniéndose en cuenta las relaciones de amistad sincera entre el ‘fallecido’ y la
familia Nascimento. Satisfecho con su importante descubrimiento, al día siguiente,
el Sr. Apolinário, fue hasta la residencia del Sr. Manuel do Nascimento a comunicarle
lo que le sucediera, dejando en poder de la familia dos fichas dactiloscópicas,
para que todos pudiesen verificar su igualdad absoluta.
La “Gaceta de Recife” llevo el caso a conocimiento
del Instituto de Identificación de Pernambuco, que designo al técnico en
dactiloscopia Estanislau Pereira de Souza, quien emitió, después de esmerado exámenes,
el siguiente parecer:
‘No hay dudas. Estoy ante un hecho inédito. Hace
años que examino fichas, con la creencia de que una igualdad jamás será
verificada. Son perfectamente iguales los dos diseños, a pesar de los tamaños.
Ambos se caracterizan por un verticilo espiralóide, con los mismos dedos, que también
se distancian por igual número de líneas papilares.
A propósito, según la ciencia, 12 puntos bastarían
para probar la igualdad de dos huellas. No obstante, en el caso tratado, todos los
puntos son perfectamente iguales’.
El periódico “Mundo Espírita”, que entonces se editaba
en Rio de Janeiro, se refirió en forma
extensa de ese sugestivo caso de reencarnación, en su número 164, del 17 de junio
de 1935.
Tomado de la obra: Investigación científica de la reencarnación y otros fenómenos – Dr.
Fiorini
Traducción:
Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta – Colombia
Noviembre de 2013
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