El
Dr. Robert Spitzer, psiquiatra americano de la Universidad de Colúmbia, dice
que si y afirma que basta tener disposición para eso. El estudio presentado por
el conocido médico durante el encuentro anual de la Asociación Americana de
Psiquiatría realizado en el mes pasado revela que el 66% de los hombres y el
44% de las mujeres por el tratados consiguieron, efectivamente, con su ayuda,
cambiar de orientación sexual, pasando de homosexuales a heterosexuales. La
revista Veja del 16 de mayo de 2001 trae los detalles.
Se
confirma de esa manera lo que el Dr. Jorge Andréa Dos Santos escribió en 1980,
o sea, que es posible al homosexual – que lo quiera – tratarse y tener una
relación estable con personas de sexo diferente. Para conseguirlo, es preciso
en primer lugar – además de la voluntad – abstenerse de las relaciones
homosexuales.
Sobre el tema, enseña Emmanuel en su
libro “Vida y Sexo”:
1.
Cuando errante, al espíritu poco le
importa encarnar en el cuerpo de un hombre o de una mujer. “lo que lo guía en
la escogencia, son las pruebas por las que ha de pasar”, afirman los inmortales
en “El Libro de los Espíritus”, ítem 202.
2.
La homosexualidad, también llamada
transexualidad, en los círculos de la ciencia, se define como el conjunto de
características, que adopta la criatura para la unión afectiva con otra
criatura del mismo sexo, esta situación no encuentra explicación fundamental en
los estudios psicológicos que tratan el tema desde el punto de vista material,
más es muy comprensible, a la luz de la reencarnación. Pág. 88.
3.
Aunque la sociedad en la Tierra está
constituida, en su mayoría, por seres heterosexuales, el mundo ve, en la
actualidad, en todos los países, grandes comunidades de hermanos en esas
experiencias, sumando millones de hombres y mujeres, que solicitan atención y
respeto en igualdad de condiciones con respecto a las criaturas heterosexuales.
Pág. 88 y 89.
4.
La vida espiritual pura y simple, se
rige por afinidades electivas esenciales; sin embargo, a través de milenios y
milenios, el Espíritu pasa por una secuencia de reencarnaciones, ya sea en
condición femenina o masculina, lo que sedimenta el fenómeno de la
bisexualidad, más o menos pronunciado, en casi todas las criaturas. Pág. 89 y
90.
5.
El hombre y la mujer serán, así mismo
acentuadamente masculino o femenino sin especificación psicológica absoluta.
Frente a esto, el tránsito de la individualidad femenina a la masculina o
viceversa, al albergar el vestido físico, demostrará fatalmente los trazos de
la feminidad, en que se hallaba estacionado por muchos siglos, pese al aspecto
masculino que lo caracteriza, sucediendo el mismo proceso en la mujer, en las
mismas circunstancias. Pág. 90.
6.
El Espíritu, al renacer entre los
hombres, puede obviamente tomar un cuerpo femenino o masculino, atendiendo al
imperativo de encargos particulares en determinado sector, o en cumplimiento de
obligaciones regenerativas. Pág. 90.
7.
El hombre que abuso de las facultades
genésicas, arruinando la existencia de otras personas con la destrucción de
uniones constructivas y hogares diversos, en muchos casos es inducido a buscar
una nueva posición, al renacer en un cuerpo morfológicamente femenino,
aprendiendo, en esta prisión a equilibrar sus propios sentimientos; ocurriendo
lo mismo con la mujer que actuó de igual manera. Pág. 90 y 91.
8.
En muchos casos, Espíritus cultos y
sensibles, aspirando a realizar tareas específicas en la elevación de grupos
humanos y de sí mismo, ruegan a los instructores espirituales que los asistan
en su inmersión en el campo físico, en un vestido carnal opuesto a la
estructura psicológica en la cual transitoriamente se encuentran. Pág. 91.
9.
Observadas las tendencias
homosexuales de los compañeros reencarnados en esta faja probatoria, es
necesario darles el amparo educativo adecuado, de la misma manera que se da la
instrucción a la mayoría heterosexual, sabiendo que todos los asuntos en esta área
de la evolución y de la vida se especifican en la intimidad de la conciencia de
cada uno. Pág. 91 y 92.
En la Revista Espírita de 1866,
Kardec escribió:
1.
¿Las mujeres tienen alma? Ese es el
tema del artículo que abre el número de enero de 1866, en el cual Kardec dice
que, además de haber sido deliberada en un concilio, tal situación no siempre
fue resuelta pacíficamente, constituyéndose su negación en un principio de fe
en ciertos pueblos. En el artículo, el informa también que poco tiempo atrás
aún se discutía en Francia si el grado de bachiller podía ser conferido a una
mujer. (Págs. 1 y 2).
2.
El Espiritismo enseña que las almas
pueden animar cuerpos de hombres y mujeres. Las almas o Espíritus no tienen
sexo; los afectos que los unen nada tienen de carnal; se fundan en una simpatía
real y, por eso, son más duraderas. (Págs. 2 y 3).
3.
Los sexos solo existen en el
organismo, son necesarios para la reproducción de los seres materiales; los
Espíritus no se reproducen unos a los otros, razón por la que los sexos serian
inútiles en el mundo espiritual. (Págs. 2 y 3).
4.
La naturaleza hizo al individuo del
sexo femenino más débil que el otro, porque los deberes que le incumben no
exigen una igual fuerza muscular y serian hasta incompatibles con la rudeza
masculina. Los hombres y las mujeres son, así, signados por la Providencia con
deberes especiales, igualmente importantes en el orden de las cosas, pues ellos
se complementan el uno al otro. (Págs. 3 y 4).
5.
La influencia que el Espíritu
encarnado sufre del organismo no se apaga inmediatamente después de la
destrucción del cuerpo material, así como no perdemos instantáneamente los
gustos y hábitos terrenos. Además, puede acontecer que el Espíritu recorra una
serie de existencias en el mismo sexo, lo que hace que durante mucho tiempo
conserve, en la erraticidad, el carácter de hombre o mujer, cuya marca queda
impresa en él. (Pág. 4).
6.
Si esa influencia repercute de la
vida corporal a la vida espiritual, el hecho se da también cuando el Espíritu
pasa de la vida espiritual hacia la corporal. En una nueva encarnación traerá
el carácter y las inclinaciones que tenía como Espíritu. Cambiando de sexo,
podrá entonces conservar los gustos, las inclinaciones y el carácter inherente
al sexo que acaba de dejar. Así se explican ciertas anomalías aparentes,
notadas en el carácter de ciertos hombres y mujeres. (Pág. 4).
http://www.oconsolador.com.br/…/homossexualismoserapossivelmudar.doc
Traducción
al español: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa
Marta – Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario