Por: Luciana Galastri
Cuando
estamos frente a una figura que consideramos carismática, las áreas del cerebro
responsables por la vigilancia y por el escepticismo son desconectadas. Esa es
la conclusión de un estudio que analizó el cerebro de personas cuando están en
la presencia de alguien que afirma tener poderes divinos.
Investigadores
de la Universidad Aarhus, en Dinamarca, estudiaron cristianos pentecostales,
que creen que algunas personas poseen poderes proféticos, de cura y de
sabiduría.
Usando un
equipo de resonancia magnética los científicos analizaron los cerebros de 20
pentecostales y 20 escépticos mientras asistían al culto. Sólo los devotos
tuvieron cambios en las actividades cerebrales en respuesta a las oraciones.
Partes de la
corteza pre-frontal, que tienen papel fundamental en la vigilancia y que
confieren importancia a la información que otras personas nos dan, eran
completamente desactivadas. Cuando quién estaba hablando no era el pastor u
otro líder religioso, la actividad cerebral de los voluntarios disminuía
notablemente.
Traducido por: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta - Colombia
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