viernes, 15 de febrero de 2019

¿EL CLON TIENE ALMA?

MARLENE SEVERINO NOBRE



No hay duda de que la clonación humana es una de las grandes discusiones del momento, intensificada, sobre todo, después que los investigadores Severino Antinori y Panayotis Zavos declararan, el 7 de agosto de este año, ante la Academia Americana de Ciencias, en Washington, que están listos para copiar seres humanos.

De hecho, desde 1996, la clonación humana quedo mucho más próxima, con el nacimiento de la oveja Dolly, el primer clon mamífero, obtenido a través de la técnica desarrollada por el Instituto Roslin, en Escocia.

Cuando hablamos de clonación humana es preciso resaltar que estamos refiriéndonos a dos modalidades: la reproductiva, que produce bebés que son xerocopias de seres ya existentes, y la clonación terapéutica, que elabora embriones humanos con la finalidad de fabricar tejidos orgánicos diversos. En este último caso, las células tronco, conocidas como "semillas de vida", presentes en los primeros catorce días del desarrollo embrionario, son empleadas en la formación de tejido nervioso, pancreático, muscular, etc., con la finalidad de curar enfermedades, como, por ejemplo, el mal de Parkinson, la diabetes, el músculo infartado.

En los últimos meses, miles de religiosos y especialistas vienen reuniéndose, en varias partes del mundo, para discutir esos avances de la ciencia y sus complicadas cuestiones éticas.

Para nosotros, espíritas, las preocupaciones no son diferentes y precisan ser discutidas. ¿El hombre tiene el derecho de hacer copias humanas? ¿De manipular embriones? ¿El clon posee alma?

Algunas respuestas son más fáciles, otras no tanto, exigiendo una madura reflexión, libre de preconceptos y fanatismo.

Con relación a la cuestión espiritual: Antes de responder si el clon tiene o no alma, es preciso definirlo y recordar el proceso por el cual se pretende copiar seres humanos.

El clon es un ser vivo que tiene la misma constitución genética de otro.

Clonar, por lo tanto, significa hacer xerocopias de seres vivos. Hace miles de años, la naturaleza nos brinda clones humanos auténticos - los gemelos univitelinos - portadores del mismo genoma.

En la Clonación artificial, se hace la reproducción asexuada de un ser, manteniendo su carga genética. Para fabricar a Dolly, fueron necesarias tres ovejas. Una de ellas, la negra, donó el óvulo o gameto femenino, del cual se retiró el núcleo; en el lugar de este, se introdujo el núcleo de una célula mamaria adulta, retirada de otra oveja, la blanca, que se deseaba clonar. Por procedimientos técnicos especiales, se llevó esa célula recién-formada, al estado embrionario inicial, obteniéndose un embrión que fue trasplantado en el útero de una tercera oveja, que dio a la luz a la famosa oveja.

En líneas generales, ese mismo proceso, está siendo pensado para la clonación humana.

Sin duda, Dolly tiene alma, o mejor, tiene principio inteligente. Si así no fuera no sería un ser vivo. En la clonación humana, el raciocinio es el mismo. Basta recordar la enseñanza básica: "todo niño que ha sobrevivido a su nacimiento, tiene forzosamente encarnado en él un Espíritu", de lo contrario, “no sería un ser humano”. (El Libro de los Espíritus, pregunta 356 b). Así, si la clonación humana fuera un hecho, ciertamente, no producirá robots, sino seres auténticos. ¿Cuál es el factor que atrae al Espíritu al proceso reencarnatório? El principal de ellos es la sintonía magnética que funciona tanto en la reencarnación normal como en la clonación.

“Cuando un Espíritu debe encarnar en un cuerpo humano en vías de formación, un lazo fluídico, mera extensión de su periespíritu, lo une al germen hacia el cual se siente atraído por una fuerza irresistible, desde el momento mismo de la concepción", afirma Kardec (La Génesis, capítulo 11). Esta fuerza irresistible es el magnetismo.

En verdad, para reencarnar, basta el magnetismo de los padres, aliado al fuerte deseo del Espíritu reencarnante (ver “Entre la Tierra y el Cielo”, cap. 28). No se puede olvidar que la “sintonía magnética” no obedece a las leyes clásicas de la Física, sino está relacionada a la comunicación no local, que no depende del espacio y del tiempo.

En la clonación, los científicos llevan los genes de una célula adulta al estado embrionario, con eso, las moléculas de ADN comienzan a vibrar como un diapasón, repletas de poder magnético, constituyéndose, juntamente con el citoplasma del óvulo, en un verdadero polo de atracción para el Espíritu.

Con respecto a los problemas de la clonación: Vimos que el clon humano puede tener éxito; el Espíritu puede reencarnar si las condiciones son favorables. Esto, sin embargo, lleva a otra pregunta: ¿El clon humano es defendible?

De entrada, es preciso resaltar que la clonación es una técnica muy ineficiente, con un alto índice de fracaso. Para fabricar a Dolly, fueron hechas 277 tentativas, con un único éxito. Y aun así, ella ha envejecido precozmente; a pesar de tener cinco años, sus células son equivalentes a la de una oveja de 12 años, exactamente la edad de la oveja cuyo ADN fue utilizado en la experiencia.

En cinco años de clonación de mamíferos, hay menos de 50 animales clonados, lo que representa muy poco para la investigación científica. En ese periodo, han sido incontables las malformaciones, crías que nacen con enfermedades congénitas o se enferman inmediatamente; algunos viven con serias limitaciones y muchos son sacrificados.

La única manera de llegar a la perfección en la clonación es por la práctica, por la repetición, por la tentativa y el error; esto viene siendo hecho en animales, utilizándose, ampliamente, el aborto y la eutanasia. Y con embriones humanos, ¿cómo será?

Severino Antinori dice que practicará el aborto en todos los casos necesarios, porque es legal en el país donde pretende trabajar. Y la eutanasia, ¿la aplicará también?

Los especialistas calculan que serían necesarios mil clones de animales, con acompañamiento de 50 años para poder afirmar que la clonación humana es segura.

Desde el punto de vista espiritual, la clonación de animales viene indicando que hay problema con el fluido vital, porque los seres clonados envejecen precozmente. Así, no son sólo los problemas biológicos a ser considerados, sino también los relativos a los diversos envoltorios del Espíritu, los cuales, a rigor, presiden la formación corpórea.

El hecho es que la utilización del aborto y de la eutanasia, en las experiencias de clonación, demuestran el irrespeto a la vida. Y el científico espírita debe abstenerse de trabajar bajo tales condiciones.
La realidad es que es muy temprano para clonar humanos, no sólo del punto de vista de la Ciencia, sino también de la evolución espiritual de los terráqueos, que necesitan, urgentemente, de mayores progresos en el campo del sentimiento.


 Extraído del boletín SEI editado por el Hogar Fabiano de Cristo.
Traducción al español: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta - Colombia

No hay comentarios:

JUNG Y EL ESPIRITISMO

  CARLOS GUSTAV JUNG ARQUETIPOS, ESPÍRITUS Y COMPLEJOS: EL ESPIRITISMO A LA LUZ DE LA PSICOLOGÍA JUNGUIANA Núñez, M. (1996). Archetypes ...