“Estamos en la Tierra para
aprender a amar”, Padre François Brune
Autor del libro “Los Muertos nos Hablan”,
el conocido estudioso y teólogo francés habla sobre sus experiencias en el
campo de las comunicaciones con los llamados muertos.
El padre François Charles Antoine Brune (foto), teólogo y especialista en
misticismo oriental y occidental, sacerdote ordenado en 1960, es desde 1987
considerado un observador atento de la investigación psíquica y de la llamada
Transcomunicación Instrumental (TCI).
Conferenciante muy apreciado por estos y
otros temas afines, es también autor de muchos libros, entre los cuales están “Los Muertos nos Hablan” y “Línea Directa con
el Más Allá”.
Graduado por la Sorbonne en Latín y Griego,
con cinco años de estudios de pos-graduación en Filosofía y Teología en el
Instituto Católico de París y un año adicional en la Universidad de Tuebingen,
en Alemania, él posee los más altos grados de Teología, Griego y Hebraico.
A continuación la entrevista que nos concedió
y en la que habla sobre sus experiencias en el campo de las comunicaciones con
los llamados “muertos”.
¿Tiene usted alguna experiencia personal con
la Transcomunicación instrumental (TCI)?
Nunca hice ningún intento para recibir, yo
mismo, las voces a través de la TCI. Pero asistí, frecuentemente, a las
investigaciones hechas y estuve muchas veces presente cuando las voces se
manifestaron por magnetófono (grabador) y tuve también la ocasión, en Grosseto,
Italia, con Marcelo Bacci, de hablar directamente con una entidad, a través de
un altavoz de un aparato de radio.
Conozco su libro “Los Muertos nos Hablan” y
otro escrito en conjunto con un profesor de la Sorbonne, Rémy Chauvin.
Sí, “Línea Directa con el Más Allá” (“À l’
Écoute de l’Au-delá”). Hay también una traducción en castellano.
Y tiene también uno en portugués… ¿Quién es
quién se comunica a través de los médiums o por la TCI? ¿Son personas
fallecidas?
Pienso que la mayor parte de las veces nos
comunicamos con los muertos, que viven ahora en otra dimensión. Pero a veces
hemos tenido contactos también con extraterrestres, creo yo, porque muchos
investigadores lo afirman. Me parece también posible el contacto con energías,
simplemente, como por ejemplo en el caso de Manfred Boden.
Voy a hacerle una pregunta que podrá parecer
provocadora: ¿no será una paradoja para un sacerdote católico que la Iglesia
Católica crea que Jesús se hizo hombre para salvar a la Humanidad? Ahora, si
hay Humanidad o seres inteligentes en otros planetas, es porque la
Humanidad no está sólo en la Tierra. ¿Cómo queda entonces la teología católica?
Para mí, eso no es ningún problema, pues no
puedo hablar en nombre de la teología católica, porque no hay sobre eso ninguna
posición oficial. Sólo puedo dar mi opinión personal. Lo que pienso es que
todos esos planetas, todos esos mundos, todos esos seres inteligentes, fueron
creados por el mismo Dios – no hay otro – y fueron también creados por el amor
y, probablemente, ellos conocieron el mismo drama de la libertad. Tengo aún
tendencia a creer que el Hijo de Dios reencarnó en cada uno de estos mundos y
que fue ciertamente recibido de la misma forma triunfante cómo lo fue en la
Tierra. Además de eso, hay aún algunos textos que parecen venir de esos mundos
y que afirman eso. Tal corresponde un poco también a lo que ya decían los
sacerdotes griegos en los primeros siglos del Cristianismo: según la categoría
de la época, el Hijo de Dios se hizo Hombre con los Hombres, Ángel con los
Ángeles, Arcángel con los Arcángeles, Querubín con los Querubines y Serafín con
los Serafines… ¡Es un poco la misma idea, finalmente!
¿Serán necesarios nuevos paradigmas para que
la Ciencia descubra al Espíritu?
Sí, creo que la Ciencia debe adaptarse a una
realidad que le escapa en este momento. Podemos hacer una comparación: si yo
fuera a pescar, para atrapar peces tengo que lanzar el hilo y tengo que
adaptarme a la posición del pez. ¡No puedo pedir al pez que siga el atajo que
corresponde a la posición de la línea! Las líneas son las teorías científicas
para “atrapar” la realidad. Si conservo esa misma línea, nunca conseguiré
“atrapar” tal realidad que se me escapa. Es, pues, necesario que la Ciencia
acepte cambiar esos paradigmas, para adaptarse a nuevos niveles de realidad que
de momento, repito, se les escapan.
¿Es verdad que en el Vaticano hay sacerdotes
científicos que investigan esta área?
Sí, tengo la certeza que existe un pequeño
equipo, compuesto de dos o tres sacerdotes, que están al corriente y que
conocen estos fenómenos. Si hacen ellos mismos las investigaciones, eso ya no
lo sé. Estaba el sacerdote Andreash Resh, que creó un Instituto de
Parapsicología, o “Instituts für Grenzgebiete dé Wissenschaft” –IGW- “, en
Innsbruck. Él enseñó durante muchos años los fenómenos paranormales en un
Instituto que dependía de la Universidad Pontificia de Latrão. Él abandonó esos
cursos para dedicarse, ahora, a otros trabajos. Pero me contó que, a veces,
algunos cardenales le llegaron a pedir si no podrían obtener alguna comunicación,
por ejemplo, de sus madres. (risas)
¿La prueba científica de la inmortalidad será
considerada una revolución para la humanidad, como lo fue la Revolución
Industrial?
Sí, normalmente debería ser hasta una
revolución aún mayor, ¿pero nunca será así, sabe? En la Edad Media, en el
Occidente, todos o casi todos creían en la vida eterna. ¡Y no se hicieron
santos a causa de eso! Continuó habiendo criminales, había hombres llenos de
orgullo, hombres ávidos de poder, de dinero… ¡Esa verdad no hizo al mundo
cambiar mucho! Actualmente, creemos menos en la vida eterna y estamos tal vez
más en riesgo de hacernos “monstruos”, pero no bastará “encontrar” la vida
eterna para que todos se hagan “santos”.
De los casos que conoce, ¿qué objetivos
tienen los espíritus, las personas fallecidas, que se comunican a través de la
TCI o de los médiums? ¿Qué dicen ellos?
Dos motivos fundamentales: el primero es el
de consolar a los seres queridos que dejaron en la Tierra y que se encuentran,
muchas veces, desesperados; el segundo es el de confirmar que la vida continúa
inmediatamente después de la muerte, que Dios existe – lo dicen frecuentemente
– ¡que nos espera, que nos creó por amor y que todo el sentido de nuestra
vida en la Tierra es el de crecer en ese Amor!
¿Qué otros científicos conoce que estén
investigando esta área de la comunicabilidad con el mundo espiritual?
¡Hay muchos ya, actualmente! Está Sinesio
Darnell, en España, el Prof. Senkowski, Hans Otto König, tenemos también, en
Italia, a Daniele Gullà, Paolo Presi y aún más, en Brasil, en Francia…
Infelizmente, no hay un nivel científico muy elevado, en Francia, en ese campo.
Sería preciso mucho más. Creo que el mejor trabajo está siendo hecho,
actualmente, en Italia. Hubo resultados extraordinarios con Adolf Holmes, en
Alemania, pero ese no era un investigador, era alguien que recibía una gran
cantidad de mensajes, de comunicaciones, pero que no tenía formación científica
para hacer investigaciones. En Luxemburgo, igualmente, la pareja Julles y Maggy
obtuvieron numerosas y magníficas comunicaciones, pero no poseían los medios
intelectuales y de laboratorios para realizar esas investigaciones. De la misma
forma, el alemán Klaus Schreiber, fallecido recientemente, no tenía los medios
necesarios para la investigación científica. Hay muy pocos científicos
interesados en estos fenómenos, infelizmente muy pocos, aún…
Pero las experiencias son válidas, ¿no es
así?
A buen seguro, todo eso no impide que los
resultados obtenidos sean extraordinarios, ni entendidos. ¡Conocí muy bien a la
pareja Julles y Maggy, conocí también a Adolf Holmes, personalmente, y sé que
no existe ninguna especie de fraude! ¡Asistí a algunas experiencias con él, con
la pareja que ya referí, en Luxemburgo, y con Marcelo Bacci también! Bacci no
tiene formación científica y, sin embargo, consigue resultados extraordinarios…
¡Sólo que no consigue proseguir los estudios!
¿Tiene algún mensaje que quiera transmitir a
los Espíritas Portugueses, o a los Portugueses, en general?
Me gustaría que continuaran trabajando en
este sentido. Que continúen progresando en el Amor, cada cual en su vida,
porque estamos en la Tierra para aprender a amar. Que utilicen estos medios de
comunicación con el más allá para confortar su fe y aún la fe cristiana, a
pesar del estado catastrófico en que se encuentra la Iglesia. Esta Iglesia que
no es fiel al mensaje de Cristo, pero esperemos que un día se renueve, es
preciso que se trabaje para eso… ¡Pero, principalmente, es necesario conservar
la fe, la fe cristiana…!
La entrevista ahora transcrita fue publicada
originalmente en el Periódico de Espiritismo de la ADEP, de Portugal.
Entrevista
Autor: José Lucas
Autor: José Lucas
Tomado de la
página Web: http://blog.leondenis.es
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