Fenómeno de aporte. Imagen tomada de la Web http://grupoallankardec.blogspot.com/2013/11/fenomeno-de-transporte.html |
En la variedad de las manifestaciones del vampirismo se encuentran los fenómenos de aporte y endopport, ambos clasificados como Psi-kapa en la Parapsicología, y como efectos físicos en el Espiritismo. El fenómeno de aporte es la introducción de objetos en lugares o muebles cerrados. Una flor, una silla, una piedra pueden ser transportadas a una habitación totalmente cerrada y sin ningún espacio por el que el objeto pueda pasar. William Crookes, que no creía en esa posibilidad, desafió a los Espíritus a hacer algo mucho más simple: bajar el plato de una balanza de laboratorio sellada. Pero, mientras continuaba su investigación, vio y constató la veracidad del fenómeno con objetos más grandes y a menudo bastante pesados, como relata en su libro Hechos Espíritas. En las investigaciones actuales de la Parapsicología estos fenómenos, considerados como la acción directa de la mente sobre la materia, se produjeron y continúan produciendose, como en las experiencias de Soal y Carrington, en la Universidad de Cambridge, Inglaterra. Los cuerpos humanos también pueden ser transportados de un lugar a otro, sin que se perciba por donde pasaron. Los espíritus vampirescos utilizan este fenómeno para asustar y amedrentar a sus víctimas. El Prof. Zöllner relata sus experiencias con estos fenómenos en la Universidad de Leipzig, en su famoso libro Física Trascendental. Los investigadores de la Universidad de Kirov, en la URSS, verificaron y explicaron la mecánica de estos fenómenos como producidos por emisiones de corrientes energéticas del cuerpo-bioplásmico (periespíritu) del médium. De esta manera, se confirma perfectamente la existencia del fenómeno de aporte, a pesar de las objeciones formuladas por parapsicólogos materialistas y católicos, incluidos los clérigos no científicos que se han proyectado entre nosotros como pseudocientíficos.
El
fenómeno de endopport es más complejo, ya que se refiere a la introducción de
objetos en los cuerpos humanos. Este fenómeno no tiene aún una explicación
suficientemente científica comprobada por experiencias en el laboratorio. Encarado
con desconfianza en el propio entorno espirita, sólo recientemente ha
despertado, debido a la multiplicación actual de sus ocurrencias, la atención
de los estudiosos e investigadores espiritistas. El hecho de que el endopport
se considere en la medicina psiquiátrica como un simple acto de autoflagelación,
ha sido muy relevante para este desinterés. Sin embargo, los hechos
recientemente observados contradicen las interpretaciones superficiales y
apresuradas (o incluso no deseadas) de las corrientes psicoterapéuticas. Está
estrechamente vinculado a los casos de vampirismo, y los observadores
espiritistas lo consideran un fenómeno bifronte[1],
que puede ser autoflagelación en algunos casos y de efectos físicos en otros. Incluso,
en casos de posible autoflagelación, es admisible la interferencia del vampirismo
en sus manifestaciones. Por otra parte, hay una evidente e íntima correlación en
los casos de endopport con los fenómenos de curación paranormal y las
operaciones mediúmnicas del tipo simpático o empático[2] de
la magia.
Los
casos de autoflagelación resultantes de trastornos psíquicos de la víctima,
implicarían la acción consciente o inconsciente de esta, introduciendo ella
misma los objetos en su cuerpo. Esta interpretación se ve favorecida por el
hecho de que objetos como agujas, pequeños alambres, estiletes de madera o
metal, son de fácil introducción en el cuerpo, siempre en una disposición que
favorece la operación por parte de la propia víctima o casi siempre en partes del
cuerpo que no ofrecen posibilidades de lesiones como la parálisis, deformación
o muerte del paciente. Sin embargo, también pueden ser tomados por vampiros
flageladores que no tienen la intención de matar a la víctima, sino simplemente
torturarla.
En
los casos de operaciones de curas por simpatía, como las de la médium Bernarda
Torrúbio, en Garça, Alta Paulista, observadas por los médicos de Marília, o las
de José Arigó, en Congonhas do Campo, observadas por numerosos cirujanos de Río
de Janeiro, de São Paulo y en el extranjero (como el equipo de científicos
estadounidenses que realizó investigaciones sobre las facultades del mediúm, comprobándolas),
se verificaron transposiciones del operado hacia el médium, que vomitaba (el médium
y no el paciente operado) los residuos de la intervención quirúrgica invisible,
comprobándose posteriormente la eficacia de la operación. (Véase nuestro
estudio, Arigó - Vida, Mediúmnidad y Martirio, en el que se examinó el caso de
Arigó en todos sus aspectos, desde las implicaciones psicológicas, sociales,
mesológicas, psicopatológicas, mediumnísticas, hasta antropológicas y
espirituales).
Parece
evidente que, una vez comprobado, en diversas investigaciones y experiencias
sobre el terreno, a las que se sometieron, incluso, un científico estadounidense
operado por el médium, un científico suizo y un famoso héroe de guerra japonés
(caso registrado por videotape por la televisión de Tokio y exhibido en el
Japón), se evidencia la posibilidad del fenómeno de endopport en la acción
vampirezca. Son también de un gran valor probatorio en el exterior, las
entrevistas a cirujanos de São Paulo y Río de Janeiro, entre ellos profesores
universitarios de medicina, publicadas en los "Diarios Asociados" en
todo Brasil, reproducidas en el libro citado, escrito por nosotros y reproducido
en el exterior.
En
nuestras investigaciones, realizadas en Congonhas, y en las observaciones de la
convivencia con el médium en períodos que variaban de una semana a quince días
seguidos -la mayoría de las veces hospedándonos en la propia residencia del
médium- pudimos observar intensamente las actividades de su vida cotidiana,
interrogándolo muchas veces y observando sus actividades quirúrgicas con más de
cien pacientes.
La
cirugía simpatética de Arigó, como la de la médium Bernarda Torrúbio, se
procesaba de forma sencilla, mediante incorporaciones mediumnísticas e
imposición de manos, sin tocar al paciente. El paciente sentía náuseas, dolores
leves, y cuando se suponía que iba a vomitar, era el médium quien vomitaba los
residuos de la operación. En este extraño proceso, es evidente que había
transposición de residuos del organismo del paciente operado, al estómago del
médium que los vomitaba. La realidad de este hecho, en el que hemos observado
en cada operación la evidencia de una doble acción de endopport, en el paciente
y en el médium, nos revela la posibilidad de la introducción de objetos en el
cuerpo de una persona por entidades vampíricas.
El
endopport, como hemos visto, es un tipo de fenómeno mediúmnico que abre amplias
perspectivas en el campo de la cirugía paranormal. Como todos los fenómenos
mediúmnicos, sirve no sólo para la acción vampírica sino también y sobre todo
para la cirugía mediúmnica. El desarrollo de las investigaciones espiritistas
en este campo podrá confirmar lo que el Dr. Sérgio Valle, de São Paulo, declaró
en su entrevista publicada en "Diarios Asociados" y reproducida con
su autorización en nuestro libro sobre Arigó: "Arigó emplea en sus obras
mediúmnicas una supermedicina". Reconocido cirujano oftalmólogo, con tesis
científicas publicadas en Brasil y en el extranjero, especialista en Hipnotismo
y sus aplicaciones clínicas, el difunto Dr. Sérgio Valle, quien estudió al médium
en Congonhas, Minas Gerais, rechazó las acusaciones de que Arigó empleaba la
hipnosis para anestesiar a los pacientes, demostrando técnicamente la
imposibilidad de esta práctica por un hombre rústico y absolutamente profano en
la materia. La anestesia y la asepsia utilizadas por el médium eran de origen
puramente espiritual. Los científicos americanos que investigaron el médium
también llegaron también a esta conclusión, sin haber conocido la opinión del
médico paulista.
Las
ocurrencias del fenómeno endopport eran antiguamente tan raras que no aparecen
en los libros de estudios mediúmnicos. Recientemente ellas han comenzado a
crecer de tal manera que causan asombro en el propio ambiente espirita. La
persistencia de esos fenómenos y su aparente resistencia en las prácticas
espiritistas de combate contra el vampirismo han asustado a muchas personas. Hay
casos tratados durante 10, 15 y más años, sin ninguna solución. Las víctimas
son consideradas autoflagelantes y el caso es de poco interés para los médicos,
que se cansan de tratarlas sin resultados. Sin embargo, los investigadores
espiritistas han descubierto, que se trata de un vampirismo altamente agresivo.
De esta manera, desarrollaron una técnica mediúmnica de adoctrinamiento, apoyada
por pases y estímulos, para que las víctimas reaccionen con comprensión contra
la agresión y los agresores. La evangelización es parte fundamental de la
terapia, ya que todo indica que la agresión proviene de consecuencias del pasado,
de vidas anteriores en las que las personas hoy atendidas practicaron
atrocidades contra los espíritus que desean vengarse en el presente. Como
enseñó Kardec: "El proverbio popular según el cual muerto el perro muerta la
rabia, no encaja con los hombres”. Las víctimas de la violencia y el asesinato
no mueren, pues sobreviven a la destrucción del cuerpo carnal y suelen guardar
sus resentimientos, buscando venganza lo antes posible. Las dificultades para
resolver el problema surgen de los casos de conciencia. Los verdugos del pasado
desean someterse al flagelo para aliviar sus conciencias. Reencarnan con esta
intención y por eso se resignan a pasar por los sufrimientos del rescate de sus
faltas. En general, se muestran resignados y sufren pacientemente las represalias
que vienen de lejos, de otras vidas. Por eso, es necesario alentarlos.
Los
problemas de conciencia son mucho más agudos en el mundo espiritual y para librarse
de ellos, los Espíritus están dispuestos a todos los sacrificios en la actual encarnación.
Esta tendencia masoquista, sembrada en la Tierra por milenios de
interpretaciones religiosas convencionales, domina a la mayoría de las
criaturas del plano espiritual ligado al nuestro. Es necesario recordar
siempre, en los adoctrinamientos, que no estamos en la Tierra para disfrutar ni
para sufrir, sino para enfrentar las necesidades de nuestra evolución. Esta
evolución no nos lleva hacia un servilismo degradante, sino a la conciencia de
nuestro destino superior, como criaturas espirituales que somos. Aquellos que
se entregan como parias al látigo de los verdugos se entregan a sacrificios
degradantes, tanto para sí mismo como para los verdugos. Dando a estas cobardes
criaturas una visión más racional de la evolución espiritual, conseguiremos
despertar en ellas la fe en los objetivos supremos de Dios, que genera
esperanza y viriliza los espíritus. Ante esta reacción, los propios verdugos
despiertan a la comprensión de esta posición negativa y comienzan a vislumbrar
los planos superiores que sólo alcanzarán abandonando estas actividades. Este
es el secreto de la eficacia en todos los procesos de adoctrinamiento.
Recordemos siempre la actitud de Jesús, prestando atención y respeto a los
pecadores que los sacerdotes despreciaban como indignos e impuros. Recurramos a
la expresión bíblica atribuida a Dios: "Quiero misericordia y no
sacrificio". Jesús no se entregó a la cruz para darnos el ejemplo de
cobardía, sino de coraje ante situaciones desesperadas. Luchó empleando duras expresiones,
contra la hipocresía degradante de los fariseos. Aceptó la crucifixión como un
requisito en un entorno humano brutal en el que se encarnara para modificarlo
con el ejemplo final de la resurrección. Y no resucitó para eternizar en la Tierra
la prepotencia de los verdugos, sino para mostrarles que la victoria del
sufrimiento y de la muerte, enfrentada con dignidad y no con sumisión
degradante, es el rescate del Espíritu en la trascendencia. Porque el destino
de todas las criaturas es la elevación a los planos superiores de conciencia,
es decir, la conquista de la responsabilidad en todos sus actos y ante todas
las circunstancias.
Hasta
ahora las religiones nos enseñan que debemos sufrir para pagar las deudas
morales. Mas el Espiritismo -que es una síntesis de todo el conocimiento- reúne
en sus principios la Ciencia, la Filosofía y la Religión, dándonos una nueva
visión de la realidad. No estamos condenados, somos criaturas libres y debemos perfeccionarnos
para asumir toda la libertad de seres conscientes de su destino superior. Si
estamos enredados en procesos dolorosos, derivados de errores cometidos en
vidas anteriores, disponemos también de la vida presente y las vidas futuras
para corregir nuestros errores. La Conciencia Suprema, que es Dios, no quiere
nuestro sufrimiento, sino nuestra liberación de todo sufrimiento.
El
uso de fenómenos de endoport en el vampirismo no está decretado por Dios, sino
que proviene de nuestra arrogancia, que nos ha conducido a una situación
humillante. Si sabemos servirnos de la humillación para desarrollar la
humildad, veremos que las entidades vampíricas comenzarán a aprender con
nuestro valiente ejemplo cómo superar las dificultades a las que también están presas.
Nuestra curación no puede obtenerse negando nuestras potencialidades divinas,
sino desarrollándolas en nosotros. Tenemos que analizar nuestra condición
actual, sopesar los pros y los contras de nuestro comportamiento, buscando
modificarlo y reajustarlo a nuestros verdaderos intereses. En nuestra pedagogía
terrenal, aprendemos que solo podemos educarnos haciendo. Desde las cosas más
simples de la vida hasta las más complejas, sabemos por las experiencias de
vidas sucesivas cómo hacerlas. Y sólo haciendo es que aprendemos. Intentemos
hacer lo mejor ahora, que lo peor del pasado desaparecerá.
La
nueva concepción del mundo y de la vida que ahora poseemos puede modificarnos
profundamente, revelando las posibilidades insospechadas que llevamos dentro de
nosotros mismos. No nos apeguemos a las viejas ideas de crimen y castigo, de punición
y recompensa de Dios, del Cielo y del Infierno. Encaremos el mundo como la gran
escuela de nuestro aprendizaje. Las leyes que rigen la vida son las mismas para
todos. No hay privilegios para ninguno. Confiemos en estas leyes, sin torcerlas
a nuestro favor, y nos conducirán a mejores condiciones ahora mismo. No
esperamos que nadie nos libere. La libertad es nuestra, está en nosotros, solo
necesitamos usarla para que se expanda más y más frente a nosotros. Es con
estos datos objetivos de nuestra realidad interna que podemos adoctrinar a
otros y a nosotros mismos, no con amenazas o promesas.
El
vampirismo es una forma de esclavitud. Nos esclavizamos a otros por pereza, por
indolencia, y otros nos esclavizan por las mismas razones. Si decidimos ser
libres y no apegarnos al remordimiento, la angustia autogenerada, a la
desesperación que alimentamos de manera masoquista, descubrimos que podemos
hacer y deshacer las cosas por nosotros mismos, no necesitaremos chupar de los
demás lo que tenemos en nosotros y así lograremos la emancipación.
Los
vampiros vampirizan el mundo porque el mundo está hecho por nosotros, a nuestra
imagen y semejanza. Cambiemos nuestra forma de ver el mundo y él se modificará.
El fenómeno del endopport es una consecuencia de las múltiples e incesantes
opresiones que ejercemos sobre los demás y los demás sobre nosotros. La vida es
libertad. Vivir es ser libre. Pero si vivimos la vida de los demás, los demás
también se encontrarán con el derecho de vivir nuestras vidas. Si nos vengamos
de los demás, los demás se sentirán con el deber de vengarse de nosotros. Todo
es reciprocidad en el proceso de la vida.
Tomado
del libro: Vampirismo, de J.
Herculano Pires
Traducción
al español: Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco
de Asís
Santa
Marta - Colombia
[1]
Bifronte: el que tiene dos frentes o
dos caras, en termino de gramática que son palabras que son leídos de izquierda
a derecha y de derecha a izquierda, con diferente significado, por ejemplo,
arroz – zorra.
[2]
La magia simpática o empática se basa en la creencia metafísica de que lo
similar afecta a lo similar. La magia simpática es la base para la mayoría de
las formas de adivinación.