jueves, 11 de diciembre de 2025

EL DEBER SER


Muchas son las dádivas que has recibido de la divinidad, en el largo devenir de las reencarnaciones que hasta hoy has experimentado. Sin embargo, cuántas veces te has preguntado: ¿Qué tanto has aprovechado de ellas para tu crecimiento espiritual?

No es la multiplicidad de experiencias reencarnatorias lo que te enaltece como Espíritu, sino el buen uso que haces de las mismas, enriqueciendo tu acervo de conocimientos intelectuales y la puesta en práctica de las conductas morales atesoradas en la relación con tu prójimo.

Son tantas las dificultades enfrentadas en el transcurrir de tus renacimientos, que deberías ser un maestro en el manejo de ellas; sin embargo, cada vez que aparecen en tu vida, dudas, vacilas y aún te sientes abandonado, desconociendo las leyes espirituales que rigen las relaciones entre el hombre y la divinidad, teniendo que recomenzar lecciones que ya debieron ser aprendidas.

¡Reacciona! Aún estás a tiempo para reiniciar un nuevo ciclo de reencarnaciones en busca de la renovación necesaria que te haga sentir que la esperanza de mejores días ha de llegar, removiendo los cimientos que la insania y la desidia espiritual generaron en ti. De esta manera, podrás recomenzar con fe y optimismo un nuevo despertar.

Aprovecha al máximo las experiencias positivas del pasado, irguiéndote cual ave fénix para tu bienestar futuro, avizorando un nuevo amanecer en este ciclo planetario que se avecina, el cual te acogerá como al hijo grato que regresa al redil, recordándonos la parábola del “hijo pródigo”, que con tanta sapiencia nos enseñó Jesús.


Oscar Cervantes Velásquez

Santa Marta - Colombia

Diciembre 11 de 2025


martes, 2 de diciembre de 2025

EL POTENCIAL DE LA ORACIÓN

Imagen creada con IA

La oración es esa fuerza interior que brota, cual manantial, para saciar la fe y la esperanza de quienes claman sed y justicia ante sus aflicciones. La fe es el motor que impulsa nuestros más íntimos deseos, y la esperanza, es la consoladora respuesta ante nuestros clamores.

No existe fórmula específica para orar, pues ella es una comunicación íntima entre la criatura y su creador. Él no se preocupa de tus inferioridades, pues ese es un problema que debes resolver tú. Sin embargo, sí reconoce tu potencial, pues te ha visto crecer a lo largo de muchas reencarnaciones y sabe lo que subyace en ti.

Si bien la oración te acerca a Dios, ella es la llave que abre las puertas de la acción caritativa hacia las necesidades de tu prójimo; no hagas como el egoísta, que solo reza por él o los suyos, ora por el necesitado, los menesterosos, por los afligidos, por aquellos que sufren el flagelo de la guerra insensible, que devasta pueblos y aniquila la voluntad de los sometidos, pero sobre todo, ora por aquellos que aún no reciben de ti el perdón por las injusticias cometidas contra ellos en el largo devenir de los tiempos.

De esa manera, pagarás la deuda contraída con las leyes divinas, y hallarás consuelo a tus aflicciones.

Oscar Cervantes Velásquez

domingo, 26 de octubre de 2025

33 AÑOS DESPUÉS


Sí, treinta y tres años después, ofrezco un tributo de gratitud a la gloriosa Doctrina Espírita que, despertando conciencias y santificando almas, ha hecho de este pensador de ilusiones y rebelde sin causa un hombre mejor; aunque aún no del todo desarraigado de un pasado lleno de aciertos… y de muchos errores.

Cuántas ideas preconcebidas, sostenidas y alentadas por doctrinas erróneas en lo político y lo social, fueron el caldo de cultivo de una juventud en rebeldía. Rebeldía que, poco a poco, se fue diluyendo ante el ideal consolador que el Espiritismo proyecta sobre las conciencias sedientas de “verdades eternas”, aquellas que nunca lograron llenar los vacíos ideológicos a los que aspiraba.

Así, los nuevos paradigmas que el Espiritismo propuso a nuestra conciencia no solo disiparon la queja sistemática, sino que abrieron un espacio inmenso para colmarse con el sinfín de verdades reveladas a lo largo del tiempo.

Hoy, tras años de estudio e investigación, en el silencio de quien a veces se siente incomprendido por aquellos que —olvidando la universalidad de las enseñanzas de los Espíritus— se ilusionan con “falsas interpretaciones”, sostengo que solo las obras espíritas fundamentadas en las respuestas del Espíritu de Verdad constituyen el verdadero sustento doctrinario.

Es cierto que los Espíritus Superiores aseguraron a Kardec que no todo estaba revelado; sin embargo, no por ello podemos desconocer el inmenso poder de las obras de la Codificación y el esclarecimiento y consuelo que brindan a quienes aún peregrinamos por la Tierra. Muchas verdades aguardan ser develadas, y me atrevo a afirmar que buena parte de ellas se hallan consignadas en las obras emanadas de la mediúmnidad santificada —esa misión redentora del Espíritu inmortal encarnado— que nos hace llegar mensajes de profundo significado, preparando el camino liberador que habrá de abrirse cuando la Tierra alcance, en su proceso evolutivo, la condición de mundo regenerado, dejando atrás la desolación y el sufrimiento que aún nos mantienen apostados en el planeta azul, en nuestra lucha inmarcesible hacia el despertar del Espíritu.

Bien lo asegura Manoel Philomeno de Miranda en la introducción de la obra Amanecer de una Nueva Era:

Las revelaciones del mundo espiritual han sido incesantes, y nunca han dejado a la conciencia humana sin el conocimiento de su perennidad. Aunque en el pasado estaban envueltas en misterio debido a la etapa evolutiva del hombre, hoy, en estos días gloriosos de intercambio lúcido y fraternal con los espíritus nobles, descubrimos los más valiosos comportamientos que propician la conquista interior del Reino de los Cielos.

Nunca han faltado las directrices armonizadoras para el ser humano que, sumergido en la vestimenta celular, fácilmente se equivoca o teme, se desanima y huye del deber. Tales directrices buscan ofrecerle la indispensable condición que otorga la libertad real, estimulándolo a volar hacia la inmortalidad triunfante”.

“Para verdades, el tiempo”, decían los mayores, en esa sabiduría serena de quien ha vivido mucho. El tiempo, en efecto, es el mejor testigo de la evolución de las ideas, tanto en el inconsciente colectivo —como bien señaló Jung—, como en el inconsciente individual, para gloria de quienes observan con ilusión y esperanza la transformación planetaria a la que estamos llamados por Ley de Evolución.

Sí, treinta y tres años después, reconozco el valor de aquellos que nos precedieron y que, como colonos del alma, desbravaron conciencias adormecidas, asentando la propuesta liberadora del Espiritismo, esa llave luminosa que abre las puertas de la ignorancia y facilita el conocimiento de la Verdad.


 Oscar Cervantes Velásquez

Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís

Octubre 26 de 2025

Santa Marta - Colombia 

 


viernes, 10 de octubre de 2025

UN ANTIGUO LIDIADOR

 

Francisco Cándido Xavier

Cerrando nuestras actividades socorristas en la reunión del 21 de octubre de 1954, fuimos reconfortados con la visita del Hermano Ernesto Senra, antiguo lidiador de los eventos espiritistas de Minas Gerais.

Fue él uno de los fundadores del “Centro Espírita Amor y Luz”, la primera organización doctrinaria de Pedro Leopoldo, instalada el 5 de febrero de 1903, prestan-do, años más tarde, su valiosa colaboración a las casas espíritas de Belo Horizonte.

Su palabra de compañero esclarecido y perspicaz denota gran conocimiento de nuestra vida mental y de nuestras necesidades doctrinarias, mereciendo, por ello, nuestra justa atención.

 

Imaginad una pequeña bandeja de papel sobre un imán.

Las partículas de hierro se organizarán, según las líneas de fuerza del campo magnético por él establecido.

Imaginemos las radiaciones gravitantes que arrojamos de nosotros, alrededor de nuestro propio cuerpo. Los órganos vivos que lo constituyen reproducirán su impulso y naturaleza, inclinándonos al equilibrio o al desequilibrio, a la salud o a la enfermedad.

Nuestra mente puede ser comparada a vigorosa central electromagnética de emisión y recepción, y nuestro cuerpo espiritual, sea en el círculo de la carne o en nuestro presente estado evolutivo fuera de ella, es un condensador en que los centros de fuerza desempeñan la función de baterías y en que los nervios sirven como hilos conductores, transmitiéndonos las emanaciones mentales y absorbiéndolas, de primera mano, de conformidad con la ley de correspondencia o de flujo y reflujo.

En el examen de cualquier perturbación, es indispensable el servicio de autoanálisis para conocer la onda vibratoria en que nos situamos y a fin de ponderar en cuanto a los elementos que estamos atrayendo.

Eso es de fundamental importancia en el estudio de nuestras impresiones orgánicas, porque provocando los efluvios mórbidos de las entidades enfermas que se asocian a nuestro mundo psíquico, ya estamos consumiendo esos mismos efluvios, originariamente producidos por nuestro propio pensamiento, colocándonos en relación indeseable con los habitantes de la sombra.

A través de nuestras radiaciones favorecemos la eclosión o el desarrollo de molestias aflictivas, como son la neurastenia y la debilidad, la epilepsia y la locura, la parálisis y la angina, la tuberculosis y el cáncer, sin que nos reportemos a las enfermedades menores, catalogadas en los cuadros de la sintomatología común.

Sin embargo, nos referimos al asunto, no para investigar los rayos de la tiniebla, de cuya intimidad necesitamos distancia.

Tocamos la cuestión, destacando el impositivo de trabajo para nuestros sectores doctrinarios en el campo del Espiritismo, para que acuñemos nuevos patrones para nuestras actitudes y actividades, creando un estado de conciencia individual y colectiva en que preponderen la salud y la armonía, la comprensión y la tolerancia, la bondad y el optimismo, el altruismo y la fortaleza moral. A cada paso, encontramos grupos de nuestra Doctrina que más se asemejan a muros de lamentaciones repletos de petitorios y necesidades, cuando poseemos en nuestro movimiento toda una fuente de bendiciones renovadoras y dones divinos, como ricos potenciales, a movilizar en la concreción de nuestro idealismo con Jesús.

De esa forma, nos compete accionar las energías a nuestro alcance para que nuestra tarea no se convierta en gratuita cosecha de bienestar particular, y sí en una campaña viva y activa de valores educacionales, ya que el Espiritismo envuelve en sí mismo el más vasto proyecto de espiritualización hasta ahora surgido en el mundo.

Valioso es nuestro patrimonio doctrinario. Pero si el tesoro permanece encerrado en el cofre de las teorías inoperantes, en verdad perderemos la oportunidad más preciosa del siglo, expresada en ocasión de nuestra propia edificación al sol del Cristianismo redivivo.

En nuestra posición de asociados de lucha, encontramos también adoctrinadores siempre ágiles en la administración de la enseñanza, con inmensa dificultad de asimilarla para sí mismos; compañeros que exaltan la paciencia, conservando el corazón cual pozo de irascibilidad y de orgullo; hermanas que se refieren a la humildad, transformando el hogar que el Señor les confía en trinchera de guerra contra sus familiares, y amigos que glorifican la lección del Maestro resaltando el impositivo de la bondad y del perdón, con absoluta incapacidad de soportar a los hermanos de la retaguardia.

Nos cabe, así, modelar recursos e iniciativas que perfeccionen no sólo nuestros corazones, sino también nuestras casas de trabajo, para que se fundamenten en nuestras propias almas.

Para ese fin, es indispensable el coraje de aceptar los principios, incorporándolos a nuestra existencia.

Los viejos hombres del mar abandonaron la vela que les dificultaba la navegación; entretanto, para alcanzar ese resultado investigaron el vapor y se dispusieron a recibir sus beneficios.

Las antiguas ciudades abolieron el servicio deficiente del gas, sin embargo, para eso, estudiaron la electricidad y adoptaron la bombilla.

Reclamamos un Espiritismo no solamente sentido, creído y enseñado, sino sustancialmente vivido, porque mañana seremos congregados por la Vida Eterna y el trabajo en la Vida Eterna brillará en las manos de aquellos servidores que, desde ahora, procuren realizar su propia renovación para el bien.

Amigos, creemos no estar usando la palabra de manera ociosa.

Deseamos hacer en vuestra compañía esa misma cruzada en que empeñáis el corazón, una vez que nosotros, vuestros compañeros desencarnados, también somos caminantes de la liberación, decididos a establecer nuevos rumbos en nosotros mismos, a fin de que nuestra fe sea tanto ahí como aquí, trabajo vivo y santificante.

Ernesto Senra

Tomado del libro “Instrucciones Psicofónicas

Diversos Espíritus/Chico Xavier

sábado, 4 de octubre de 2025

REENCARNACIÓN - DON DE DIOS

 


Como es comprensible, la planificación para las reencarnaciones es casi infinita, y obedece a criterios que se derivan de las conquistas morales o de los perjuicios ocasionales de cada candidato.

En general, existen automatismos establecidos que funcionan sin mayores preocupaciones por parte de los técnicos en renacimiento, y por los cuales la gran mayoría de Espíritus retorna a la carne, señalados por sus propias imposiciones evolutivas.

Junto a este extraordinario automatismo de las leyes de la Reencarnación, hay programas y labores especializados para atender finalidades específicas, en la ejecución de tareas relevantes y realizaciones ennoblecedoras, que exigen un gran esfuerzo de los Mentores encargados de promover y ayudar a sus pupilos, en el rumbo del progreso y de la redención.

Sin desear detenernos en pormenores de los casos especiales, referentes a los misioneros del Amor y a los abnegados cultores de la Ciencia y del Arte, los candidatos en nivel medio de evolución, antes de ser encaminados a las experiencias terrenas, solicitan la oportunidad, empeñando los mejores propósitos y presentando los recursos que esperan utilizar, con el fin de granjearse la bendición del recomienzo, en la bendita escuela humana...

Examinados por hábiles y dedicados programadores, que recurren a técnicas muy especiales de evaluación de las posibilidades presentadas, son sometidos a demorados entrenamientos, de acuerdo con el servicio a emprender, con vistas al bienestar de la Humanidad, tras lo cual son seleccionados los mejores, disminuyendo, con este expediente, el margen de fracaso. Los que no son aceptados, vuelven a cursos de especialización para otras actividades, especialmente de equilibrio, con que se arman de fuerzas para vencer las malas inclinaciones provenientes de las existencias anteriores que fracasaron, así como para la adquisición de valiosas habilidades que les despuntarán, futuramente, en el cuerpo, como tendencias y aptitudes.

Concomitantemente, de acuerdo con la ficha personal que identifica al candidato, se realiza la búsqueda sobre aquellos que le pueden ofrecer amparo, dentro de los mapas kármicos, proveyéndose los necesarios encuentros o reencuentros en la esfera de los sueños, si los futuros genitores ya están en el vehículo físico, o directamente, cuando se trata de un plan elaborado con gran antelación, en el cual los miembros del futuro clan conviven, primero, en la Erraticidad, de donde parten ya con la familia previamente establecida...

Ejecutada la etapa de evaluación de las posibilidades y la aproximación con la necesaria anuencia de los futuros padres, son meticulosamente estudiados los mapas genéticos para que faciliten, en el cuerpo, la ocurrencia de las manifestaciones tanto físicas como psíquicas, de salud y enfermedad, normalidad o idiocia, lucidez e inteligencia, memoria y armonía emocional, duración del emprendimiento corporal y predisposiciones para el prolongamiento o anticipación del viaje de retorno, posibilitando, así, probabilidades dentro del comportamiento de cada alumno para el aprendizaje terrenal...

Se establecen fenómenos deterministas con espacio para alternancias resultantes del uso del libre albedrío, permitiendo un amplio rango de movimiento con cierta independencia emocional en torno al destino, aunque bajo controles que funcionan automáticamente, en consonancia con las leyes del equilibrio general.

Se mantienen debates entre el futuro reencarnante y sus garantes espirituales, con la exposición de las dificultades a enfrentar y de los problemas a vencer, naciendo y desplegando la euforia y la esperanza con relación al futuro.

En clima de plegaria, entre promesas de lucha y coraje, bajo el apoyo de abnegados Instructores, el Espíritu se sumerge en el océano compacto de la psicosfera terrena y se vincula a la célula fecundada, iniciando un nuevo compromiso.

Los que le aman, en la Espiritualidad, quedan expectantes e interesados por los acontecimientos, preocupados por los sucesos que se darán, y buscando interceder en las horas graves, auxiliando en los momentos más difíciles, alentando siempre...

La reencarnación, sin embargo, que conlleva el olvido parcial de las responsabilidades, a causa de la imantación celular que se realiza, es siempre un emprendimiento de gran magnitud y alta gravedad.

Conseguido el éxito del renacimiento, continúa el intercambio, durante la primera infancia, con los Amigos de la retaguardia espiritual y, a medida que el cuerpo absorbe al Espíritu o este se adueña de aquel, se van apagando los recuerdos más cercanos mientras que resurgen las fijaciones más fuertemente vivas en el ser, dando nacimiento a las tendencias y pasiones que la educación y la disciplina moral deben corregir para beneficio del educando.

Nunca cesan, en momento alguno, los socorros inspirativos que proceden de la esfera espiritual, en continuos intentos por el aprovechamiento integral de la valiosa inversión a la que el Espíritu se propuso.

El retorno se realiza, casi siempre, con altos índices de fracaso, con agravamiento de responsabilidades; de falta de éxito, a causa de la invigilancia y de la indolencia, dando pie a la amargura y a la perturbación; de pérdida del intento, gracias a la fatuidad y a los graves compromisos del pretérito, de los que no consiguieron liberarse...

Se puede comprender la preocupación afectuosa de los Benefactores Espirituales que acompañan a sus pupilos, a medida que estos se alejan de su influencia benéfica y se transfieren espontáneamente de área vibratoria, entregándose a los envolvimientos perniciosos y destructivos.

Instan, estos nobles cooperadores del bien, para que sus protegidos retomen el derrotero trazado, usando mil recursos sutiles, o de interferencias más vigorosas, tales como las enfermedades inesperadas, los accidentes imprevistos, las dificultades económicas, la carencia afectiva, de modo a despertar del anestésico de la ilusión a los que se enredaron en los hilos de la ligereza o se intoxicaron por el hedor del orgullo, del egoísmo, de la cólera...

Otras veces, recurren a otros amigos y bienhechores, a favores de la vida y a ayudas que les faciliten la marcha, perseverando incluso cuando, rechazados, permanecen a distancia, aguardando...

La reencarnación es la mayor inversión de la vida para el Espíritu en proceso evolutivo, el cual, sin ella, padecería la hipertrofia de valores intelecto-morales, por la falta de la oportunidad de la convivencia con aquellos que se le vinculan por el amor santificado, por el amor salvaje de las pasiones disolventes, o por el amor enloquecido en el odio, en la violencia, en la persecución...

La coyuntura carnal constituye un valioso aprendizaje para la fijación de los recursos más elevados del bien y del progreso en la escalada inevitable de la evolución.

Sin duda, el parcial olvido de los compromisos asumidos es responsable de algunos factores del fracaso, pero, al mismo tiempo, esto constituye la más expresiva concesión del amor del Padre, evitando que se compliquen los fenómenos de la animosidad y del resentimiento, de las penas y de las preferencias exclusivistas, que tenderían a reunir a los afines en gustos y afectos, produciendo un clima de desprecio y agresión contra aquellos que se les opusiesen.

Como el Espíritu jamás retrocede en su proceso evolutivo, los fracasos no afectan las conquistas, que permanecen, agravando, eso sí, el programa de responsabilidades de las que se desobligará, cuando fallen las pruebas remisoras, mediante las expiaciones redentoras que serán utilizadas como terapéutica final.

Todas las conquistas de la inteligencia — y siempre se logran nuevas etapas, en ese campo, en cada reencarnación — permanecen, aunque las adquisiciones morales, más lentas, pero más importantes, solo a través de sacrificio y renuncia, de amor y devoción consiguen ser alcanzadas.

En la actualidad, con las luces proyectadas por el Espiritismo, el emprendimiento de la reencarnación adquiere una más amplia comprensión por los hombres, que reconocen su procedencia espiritual, identificándola y, a su vez, preparándose para el retorno a la vida que fluye y en ella se encuentra, inevitablemente, sea en el cuerpo o fuera de él.


Tomado del libro: "Temas de la vida y de la muerte"

Manoel Philomeno de Miranda/Divaldo Franco

 

sábado, 5 de julio de 2025

LA SOCIEDAD ESPIRITISTA DE SANTA MARTA — SESMAR

 


Siguiendo con nuestras elucidaciones en torno a mi llegada al movimiento espírita en la ciudad de Santa Marta, anotadas en el artículo anterior "Anecdotario Espírita", luego de algunos meses de participación en el Centro Espírita André Luiz — CEAL tomamos la decisión de retirarnos a raíz de ciertas situaciones personales, por lo que presenté mi carta de renuncia como miembro del mismo. Tiempo después, otros hermanos decidieron tomar el mismo camino y desligarse del centro. Con ese pequeño grupo, nos seguimos reuniendo en distintos lugares, decididos a no perder el impulso espiritual que habíamos cultivado con tanto esfuerzo.

Fue entonces cuando supimos que la Sociedad Espiritista de Santa Marta — SESMAR iniciaría un curso de mediúmnidad, programado para comenzar el 8 de mayo de 1993. Nos integramos con entusiasmo, y así comenzó una etapa profundamente enriquecedora en esta institución espírita. No cabe duda de que el ambiente de estudio y trabajo que allí se respiraba —bajo la dirección, en aquel entonces, de Enrique Roca Navarro— nos ayudó a comprender mejor la belleza del compromiso espiritual asumido con seriedad y entrega, siempre en nombre del Maestro Jesús.

Con el paso del tiempo, nuestra participación se intensificó y, en octubre de 1993, recibimos la credencial de socios activos de SESMAR. Para mí, aquello fue un hito vital, una afirmación de que estaba dando un giro significativo a mi existencia. A comienzos de 1994, después de la elección de la nueva Junta Directiva, me propusieron asumir la coordinación del grupo juvenil de la Sociedad. Acepté con alegría, pues mi experiencia como docente me había preparado para trabajar con jóvenes, especialmente con aquellos que enfrentaban desafíos de comportamiento.

Por esos días, algunos estudiantes del Departamento de Agropecuaria del INEM Simón Bolívar —donde laboraba— se unieron al grupo juvenil. Entre ellos: Arnulfo Benavides Trigos, Ubaldo Rodríguez de Ávila, Roberto Ribón y Benito Vega. Hoy, Ubaldo aún continúa firme en el movimiento espírita. Compartimos experiencias memorables hasta el año 2000, cuando nos retiramos de SESMAR para emprender un nuevo proyecto: el Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís.

A SESMAR le debemos lo que somos como espíritas. Fue nuestra universidad espiritual. En sus aulas invisibles, recibimos el apoyo y la inspiración de personas inolvidables: Carmen Peralta de Gómez, José Oliver Oliver, Delia Reales de Martínez, Eduardo Munive y muchos otros.

 

Gracias a doña Carmen Peralta, inicié mi camino en el mundo de las traducciones de obras espíritas del portugués al español. Ella recibía material doctrinario en portugués por correo aéreo y notaba la necesidad de poner ese contenido al alcance de los hispanohablantes. Fue así como me regaló un pequeño diccionario “Michaelis” portugués-español y me animó a comenzar. Desde entonces, ese gesto se convirtió en un viaje de aprendizaje que ha contribuido enormemente a mi formación doctrinaria. Hoy, después de años de estudio y dedicación, contamos con una sólida experiencia en traducción, fruto de esa semilla inicial.

Jamás podremos olvidar a SESMAR. Allí vivimos experiencias que marcaron nuestras almas. Algunas de ellas las comparto ahora, con la esperanza de que puedan ofrecer enseñanza y reflexión.

El caso del amigo invisible

Corría el año 1990 cuando se presentó a SESMAR una señora con su pequeña hija, quien vivía una extraña experiencia: la del “amigo invisible”. Según las explicaciones psicológicas, muchos niños entre los 2 y 3 años desarrollan una imaginación activa, creando amigos imaginarios como parte de su mundo interior. Pero este caso parecía diferente.

La niña, cuidada por su abuela mientras la madre trabajaba, mantenía constantes interacciones con su supuesto amigo invisible. A pesar de ciertos disgustos que este le causaba, la abuela los minimizaba, considerándolos parte del juego.

Todo cambió una mañana, cuando subieron a una buseta del servicio público. La niña, con gran convicción, le pidió a su abuela que no se sentara en un asiento específico porque allí “estaba su amigo”. La firmeza de la afirmación, en presencia de otros pasajeros, alertó a la abuela, quien comunicó la situación a su hija. Gracias a una amiga que conocía a SESMAR, pudieron acudir a la institución y recibir atención espiritual.

Durante la atención fraterna, nuestras intuiciones apuntaban a la presencia real de un Espíritu perturbador. Pedí entonces la ayuda de nuestra hermana Yolanda Arias —quien ya habita la patria espiritual—, dotada de mediúmnidad vidente. Le pregunté:

—Yolanda, ¿qué ves?

Y ella respondió sin dudar:

—Veo un niño… pero ya no lo es. Es un hombre. Y está molesto.

Aquella confirmación bastó para tomar el camino a seguir en el tratamiento espiritual correspondiente al caso. Se aplicaron las terapias espiritistas propias de la Doctrina Espírita, y se reveló que ese “niño” era en realidad un Espíritu que pretendía engañar a la pequeña con su ropaje infantil. Existía un vínculo kármico entre ambos. Afortunadamente, gracias a la intervención del equipo espiritual de SESMAR, se logró brindar la asistencia necesaria y la niña fue liberada de aquella influencia.

El Espíritu agresivo

En otra ocasión, llegó a SESMAR la señora O. con perturbaciones profundas. Era víctima de manifestaciones espirituales que la dominaban, tornándola agresiva con sus familiares, y adoptaba comportamientos y voz propios de un varón.

Después de una primera atención fraterna, se le recomendó un tratamiento espiritual. Una noche, durante la sesión de pases —o fluidoterapia— el obsesor la tomó violentamente y trató de agredirme frente a los presentes. Tomé entonces el Evangelio y leí un pasaje al azar, ofreciendo el respectivo adoctrinamiento. Poco a poco, el Espíritu se fue calmando.

Uno de los médiums presentes describió al espíritu obsesor como un hombre alto, de complexión robusta y rostro airado, profundamente molesto por la intervención que la Casa Espírita realizaba en beneficio de nuestra hermana. Según expresó, buscaba vengarse por hechos que eran completamente desconocidos para nosotros, pero que para él representaban una oportunidad de desquite. Semanas más tarde, se manifestó nuevamente en la sala de conferencias, esta vez con mayor violencia: rompió un retrato enmarcado de Allan Kardec, generando temor entre los asistentes. Una nueva lectura del Evangelio, acompañada de un adoctrinamiento amoroso, logró calmarlo nuevamente.

Con el tiempo, y gracias a la constancia en el tratamiento espiritual, la señora logró liberarse de aquella influencia y recuperar su paz interior.

A SESMAR le debemos el despertar de nuestra conciencia espírita. Fue la cuna de nuestras primeras responsabilidades, el taller donde el alma empezó a esculpirse a sí misma, bajo la luz del Evangelio redivivo. Y aunque hoy nuestros pasos nos han llevado a otros senderos dentro del movimiento espírita, la huella de aquella casa perdura en lo profundo de nuestro corazón.


sábado, 28 de junio de 2025

PEDRO CURA A ENÉIAS

 

La curación de Enéias


Por: Cairbar Schutel

Recorriendo Pedro todos los lugares, descendió también hasta los santos que habitaban en Lida. Allí encontró a un hombre llamado Enéias, que hacía ocho años yacía en una cama porque era paralítico. Pedro le dijo: “Enéias, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama”. Y él se levantó de inmediato. Todos los que habitaban en Lida y Sarona lo vieron, y se convirtieron al Señor. – Cap. IX, vv. 32–35.

Una de las principales características de los Apóstoles era la curación de enfermos. Pedro poseía este don en gran medida.

Las curaciones espirituales contribuían enormemente a la conversión de los incrédulos. No solo se convertía el enfermo curado, sino también todos los que tenían conocimiento cierto del caso.

Dotado de facultades magnéticas y auxiliado, además, por los Espíritus que constituyen la Falange del Consolador, que actuaban en nombre de Jesús, Pedro realizó innumerables conversiones, más por medio de curaciones que por la misma palabra.

Es que la curación es un hecho que toca el corazón, el sentimiento, más fácil de percibir que la palabra, que necesita pasar por el cerebro y atravesar el tamiz del entendimiento.

El amor obra milagros, mientras que la Sabiduría es tardía en su acción.

Enéias, cuyos nervios se encontraban paralizados, al recibir los fluidos vitalizantes que necesitaba para volver a ponerlos en acción, a la voz de Pedro, se levantó y quedó sano.

Las curas espíritas, como se ve, forman parte de los anales del Cristianismo, y al añadir estas palabras a la narración de Lucas, no hacemos más que confirmar lo que ya hemos dicho en obras anteriores, principalmente en la titulada “Histeria y Fenómenos Psíquicos — Curas Espíritas”, que recomendamos a los lectores.

 

Tomado de “Vida y hechos de los apóstoles”.

Cairbar Schutel

Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís

Santa Marta – Colombia

Junio 28 de 2025


EL DEBER SER

Muchas son las dádivas que has recibido de la divinidad, en el largo devenir de las reencarnaciones que  hasta hoy  has experimentado. Sin e...