lunes, 19 de mayo de 2025

BELARMINO BICAS

 

Imagen de referencia tomada de la Web

Hermano X

Tomado del libro "Cartas y Crónicas"

Después de la fiesta benéfica, en la que habíamos servido juntos, Belarmino Bicas, estimado compañero al que nos habíamos encariñado en el Plano Espiritual, me llamó aparte y habló, decidido:

·        Bien, ya que hoy hemos estado en tarea de solidaridad, me gustaría pedirte un favor...

Ante la sorpresa que nos asaltó, Belarmino continuó:

·        Supe que todavía tienes alguna facilidad para escribir a los compañeros encarnados en la Tierra y me gustaría confiarte un asunto...

·        ¿Qué asunto?

·        Sucede que desencarné con cincuenta y ocho años de edad, después de veinte de convicción espírita. Abracé los principios codificados por Allan Kardec a los treinta y ocho, y, como siempre fui irascible por temperamento, organicé, desde mis primeros contactos con la Doctrina Consoladora, una relación diaria de todas mis exasperaciones, apuntando sus causas para estudios posteriores... Mis desajustes, sin embargo, fueron tantos que, a pesar de los nobles conocimientos asimilados, suprimí, inconscientemente, veintidós años de la cuota de ochenta que me correspondía disfrutar en el cuerpo físico, regresando a la Patria Espiritual en la condición de suicida indirecto... Solo aquí, pude examinar mis problemas y acomodarme a las desilusiones... ¡Cuántos tesoros perdidos por nimiedades! ¡Cuántas tonterías en nombre del sentimiento!... Y, mostrando un curioso papel, Belarmino añadía:

·        ¡Cuenta mi caso para quien todavía esté cargando con la tontería del enojo! Habla del peligro de los enfados sistemáticos, insiste en la necesidad de la tolerancia, de la paciencia, de la serenidad, ¡del perdón! Ruega a nuestros compañeros que no pierdan la riqueza de las horas con susceptibilidades y enfados, ¡explícale a la gente en la Tierra que el mal humor también mata!... Fue entonces cuando comencé a leer la interesante estadística de irritaciones, que no me resisto a la satisfacción de transcribir: Belarmino Bicas – Número de cóleras y agravios innecesarios con la especificación de las causas respectivas, de 1936 a 1956.

 

1811 debido a contrariedades en la familia,

 

906 por disgustos en casa, en temas de alimentación e higiene,

 

1614 por altercados con la esposa, en desacuerdos en la conducta doméstica y social,

 

1801 por motivo de disgustos con los hijos, yernos y nuera,

 

37 por descontento con los nietos,

 

1015 por entrar en conflicto con jefes de servicio,

 

1333 por incompatibilidad en el trato con los colegas,

 

1012 debido a reclamaciones a proveedores y comerciantes en casos de poca importancia,

 

614 por malentendidos con vecinos,

 

315 por resentimientos con amigos íntimos,

 

1089 por susceptibilidades ante el descuido de funcionarios y empleados de instituciones diversas,

 

615 por molestias con barberos y sastres,

 

777 por desacuerdos con conductores y pasajeros desconocidos, en viaje de autobús, coches particulares, tranvías,

 

419 por desacuerdos con lecheros y panaderos,

 

820 por conflictos con camareros en restaurantes y cafés,

 

211 por ofenderse con dificultades en servicios de teléfonos,

 

90 por motivo de controversias en casas de diversión,

 

815 por molestarse con opiniones ajenas en materia religiosa,

 

217 por malentendidos con hermanos de fe, en el templo espírita,

 

901 por error o inquietud, ante personas imaginarias o la perspectiva de acontecimientos desagradables que nunca sucedieron.

 

Total: 16.386 exasperaciones inútiles.

 

Este es el recuento de las irritaciones del prestigioso amigo Bicas: 16.386 disgustos innecesarios en 7.300 días de existencia, y, eso, por cuatro lustros más bellos de su paso por el mundo, iluminados por los resplandores del Evangelio Redivivo. Cumplo su deseo de hacer conocida su experiencia que, a nuestro parecer, es tan importante como las observaciones que previenen desequilibrios y enfermedades, aunque estamos seguros de que mucha gente juzgará el balance de Belarmino como mera invención de un espíritu charlatán.


LA SOCIEDAD ESPIRITISTA DE SANTA MARTA — SESMAR

  Siguiendo con nuestras elucidaciones en torno a mi llegada al movimiento espírita en la ciudad de Santa Marta, anotadas en el artículo ant...