lunes, 28 de mayo de 2018

POSEÍDA POR EL ESPÍRITU DE JOVEN ASESINADO

Montaje gráfico del autor del Blog.


Giuseppe Verardi tenía diecinueve años cuando su cuerpo fue encontrado debajo del puente que separa la ciudad de Siano y Catanzaro. Solo vestía calzoncillos y camisetas sin mangas, y el resto de su ropa estaba esparcida por todo el lugar. Era un 13 de febrero de 1936. La policía decidió que José se había suicidado. Este veredicto fue recibido con escepticismo por la familia y amigos del chico, que no podían creer que una caída desde diez metros de altura explicase las lesiones del joven.

La muerte del joven era ya historia pasada cuando, el 5 de enero de 1939, una situación extraña tuvo lugar en Siano. Maria Talarico, de diecisiete años, que nunca había conocido a Giuseppe ni a su familia, fue la protagonista de esta historia singular. Estaba pasando el puente con su abuela cuando sufrió un extraña ataque, cayendo de rodillas y delirando. Con la ayuda de su abuela y un amable transeúnte, la llevaron a casa. Pero cuando se recuperó de la crisis ya no era María. Una extraña voz masculina salió de la boca de la niña, que decía ser Giuseppe Verardi. El inquieto espíritu de Guiuseppe tomó el control total de María y llegó al extremo de escribir una carta a su madre con la caligrafía de cuando estaba vivo.

Esa misma noche, la entidad obligó a María a realizar una extraña pantomima, en la que revivió su última noche en Siano. El espíritu quería beber y jugar a las cartas, acciones que Giuseppe había realizado en Siano la noche en que murió. La entidad bebió una cantidad considerable de vino, a pesar de que María nunca bebió más de un vaso por comida. Luego, reprodujo la escena de la pelea con los hombres con los que jugó a las cartas, una pelea que supuestamente se había producido en el puente. Al día siguiente, la madre de Guiseppe fue a visitar a María, y la entidad que la poseía la reconoció de inmediato y le describió las heridas que habían encontrado en su cuerpo.

También nombró a sus asesinos, a pesar de que pocos de ellos todavía vivían en Siano. Más tarde, la Sra. Verardi regresó a su casa y oró por el espíritu de su hijo para que abandonase a María. Más tarde, ese mismo día, María fue al fatídico puente estando todavía poseída por el espíritu del joven asesinado. Luego se quitó la ropa y se acostó debajo del puente en la posición exacta donde habían encontrado el cuerpo de Giuseppe. Unos minutos más tarde se despertó sin recordar lo que había sucedido.

El retorno del espíritu de Giuseppe Verardi fue ampliamente comentado en la prensa en 1939. Ernesto Bozzano, probablemente el mayor investigador italiano en el campo de la metafísica, estudió el caso y en 1940 publicó un ensayo sobre el episodio.

Tomado de la Web: http://oliani-mantova.blogautore.repubblica.it/2007/11/24/posseduta-da-un-morto-ammazzato/

Traducción al español de Oscar Cervantes Velásquez
Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís
Santa Marta - Colombia

martes, 15 de mayo de 2018

PABLO Y LA MEDIUMNIDAD

PABLO DE TARSO
En toda la Historia de la Humanidad se han registrado innumerables hechos mediúmnicos. Esta aserción es refrendada por Emmanuel en el prefacio a “Mecanismos de la Mediúmnidad” de André Luiz. Allí él se refiere a los discípulos de Sócrates que hablaban con admiración y respeto, del amigo invisible que acompañaba al sabio constantemente. En el mismo prefacio, Emmanuel, cita otros hechos mediúmnicos de los que fueran protagonistas, entre otros, el Apóstol Pablo, Lutero, Teresa de Ávila y Swedenborg, señalando a su vez que la mediúmnidad alcanzó su punto culminante en el naciente Cristianismo, rematando: “Toda la vida del Maestro, inolvidable entre los hombres, es un cántico de luz y amor exteriorizando la condición de Mediador de la Sabiduría Divina”.

El Apóstol Pablo fue un teórico excelente de la mediúmnidad; partiendo de la noción de que todos estamos cercados “por una nube de testimonios” (Epístola a los Hebreos, 12: 1), como al anticipar el conocimiento de que los Espíritus actúan e interfieren fuertemente en la vida de los encarnados, mucho más de lo que se pueda imaginar (LE, preg. 459), concibió por así decirlo, el primer Libro de los Médiums de que se tiene noticia en el Cristianismo.

No hay exageración al decir esto, porque al igual que en las Epístolas a los Romanos (12: 4 – 8) y a los Efesios (4: 11 – 16), en las cuales se registran algunos aspectos mediúmnicos (en la Biblia católica, carismas y en las protestantes dones espirituales), y en los capítulos 12, 13 y 14 de la 1° Epístola a los Corintios en las que Pablo desarrolla, sistemáticamente, su Libro de los Médiums.

En el capítulo 12 (1° Epístola a los Corintios), versículos 4 a 11, discurre sobre la diversidad de dones espirituales y sus categorías.

En el capítulo 14 (de la misma Epístola), versículos 26 a 33, Pablo se ocupa del empleo de los dones espirituales y de su ejercicio. En el capítulo 13, el apóstol teje un canto a la caridad, el cual es posible extenderlo a todo acto de amor. Su posición en la Carta, esto es, entre la indicación de los dones y de sus ejercicio, da a entender que el ejercicio de la facultad mediúmnica necesita de la práctica de la caridad.

Pablo recomienda, al final del capítulo 12: “Aspirad pues, a dones mejores. Les voy a mostrar un mejor camino” (Versículo 31 – texto de la versión del Pe. Matos Soares, 45a edición de las Ediciones Paulinas). Asegura que, si el médium aunque firme en la fe de que es un instrumento de un proceso útil y armado de la intolerancia, la invigilancia, la envidia, de la vanidad y la falta de decoro, de la búsqueda del interés y de la irritación, es vacío en el ejercicio de su ministerio, a semejanza “del bronce sonante o un címbalo que retiñe” (capítulo 13, versículo 1). Actúa así, el médium sin caridad, pues “... la caridad es sufridora y bondadosa, no es celosa, no se vanagloria, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propio intereses, no se siente provocada. No lleva cuenta del daño, no se regocija con la injusticia, sino con la verdad” (1ª Epístola a los Corintios, 13: 4 – 6).

Por otro lado, en los versículos 1 al 25 del capítulo 14 (de la misma Epístola), Pablo construyó una teoría de valor Mediúmnico. Analizando la mediumnidad de lenguas, o sea, la xenoglosia, aquella en la que el Espíritu se manifiesta hablando en lengua extraña, concluyó que este valor mediúmnico no tiene en cuenta la educación de los que participan en la asamblea, precisamente por tratarse de una comunicación de un Espíritu en lengua extranjera. No ve la utilidad del fenómeno por el fenómeno, pues advierte: “Seréis como quien habla al viento” (14: 22).

Además, sería inútil si hubiera quien traduzca o interprete. Porque, “las lenguas son una señal, no para los fieles, sino para los infieles” (14: 22). Este es el lenguaje de Pablo para explicar que el fenómeno puede despertar, a quienes no tengan conocimiento, el interés por el intercambio cultural con los Espíritus. Y hay los que admiten, que traducido el mensaje, de él se retire lo que es bueno, como ya instruyera en la 1a Epístola a los Tesalonicenses, 5: 21: “examinad todo, retened lo bueno”. Lo que Kardec refrenda, por así decir, al tratar de las comunicaciones por médiums obsesados: “La obsesión, en cualquiera de sus grados, es siempre el resultado de un constreñimiento, y no pudiendo jamás este constreñimiento ser ejercido por un Espíritu bueno, se entiende que toda comunicación dada por un médium obsesado, es de origen desconocido y no merece confianza. Si, a veces, se encuentra en él algo de bueno, es necesario restringirse a eso y rechazar todo lo que presente el menor motivo de duda” (LM, cap. XXIII, ítem 242).

Es bueno acentuar que Pablo no fue un teórico de la mediúmnidad. Su experiencia personal se encuentra en el episodio sublime a las puertas de Damasco (Hechos de los Apóstoles, 9: 3 – 7), cuando dilatada la visión al infinito “en el camino que la atmósfera rasgada descubre, ve surgir la figura de un hombre de majestuosa belleza” (Emmanuel – “Pablo y Esteban”, pág. 197); en el éxtasis se encontró en el Tauro (tercer cielo) (II Epístola a los Corintios, 12: 2 – 4), que motivó, como lo describe Emmanuel en su nota 1, página 304, de la 25a edición de “Pablo y Esteban”, la construcción de su teoría del cuerpo espiritual (I Epístola a los Corintios, 15: 35 – 44). Otros episodios se juntan a este, como los de la videncia y audiencia, además de los que se registran en: (Hechos de los Apóstoles, 16: 9 en Troade); (18: 9 – 10 en Corinto); (22: 18 – 21 y 23 – 11 en Jerusalén); (25: 1 – 12 en Cesárea); (28: 11 – 31 en medio del viaje, preso, hacia Roma); (en Gálatas 1: 11 y 12); (cura en Hechos de los Apóstoles 14: 7, 8 y 9); (19: 11 y 12, 20: 10, 28: 8 y 9); en las ciudades de Listra, Efeso, Troade y Melita respectivamente; de efectos físicos en Nea-Pafos; (Hechos de los Apóstoles 13: 11); (Hechos de los Apóstoles 16: 26), en Filipo. De ese modo, es posible ver en Pablo la proposición moderna, dentro del estudio del conocimiento, como la de que, si la teoría ordena la práctica, es esta la que inspira la teoría.

BIBLIOGRAFÍA
MECANISMOS DE LA MEDIUMNIDAD – André Luiz
EN LO INVISIBLE – León Denís
CRISTIANISMO Y ESPIRITISMO – León Denís
PABLO Y ESTEBAN – Emmanuel
LAS MARCAS DE CRISTO, Vol I – Herminio Miranda
LM
EPÍSTOLAS – Pablo 

Tomado del libro Curso de mediúmnidad (primer año), de la Federación Espírita de Sao Paulo. Traducción al español Oscar Cervantes Velásquez.

lunes, 7 de mayo de 2018

EL PERIESPÍRITU Y LOS MIEMBROS FANTASMAS



El profesor Ernesto Bozzano, en su libro "Desdoblamiento - Fenómenos de Bilocación", se refiere a la idea de integridad en los amputados que experimentan la sensación perfecta de la existencia de la parte del cuerpo que les fue retirada.
En su obra, Bozzano invoca el testimonio de notables fisiólogos, entre los cuales figuranWeir MitchellBernstein y Pitres, que así se manifestaron sobre este importante asunto: 

“Las ilusiones de los amputados son un hecho normal;...”.
En efecto, para Piset, que realizó sus investigaciones con soldados de la primera guerra, entre 450 amputados solamente 14 no presentaron el fenómeno de miembro fantasma. La ilusión solamente faltaba en uno cada 30 casos. Casi siempre la ilusión sobrevenía luego de la cirugía; incluso, algunas veces ocurría más tarde, pero siempre en un tiempo bastante próximo.
El profesor William James, Psicólogo, investigó seriamente en ese campo llegando a notables y lúcidas conclusiones, que corroboran aquellas otras hasta entonces afirmadas. El profesor James, en sus trabajos, hace referencia a un trecho de una obra del fisiólogo A. Valentim, según el cual se puede admitir que "las sensaciones de integridad” también existe en los casos de deformaciones congénitas de miembros, como por ejemplo: "Cierta joven de 15 años y un hombre de 40, los cuales sólo poseían una mano normal, ya que la otra presentaba, en lugar de los dedos, ligeras prominencias carnosas, sin huesos, y tenían la sensación precisa de doblar los dedos inexistentes todas las veces que doblaban el muñón informe”.
El profesor Bozzano fue aún más adelante en sus investigaciones sobre los "miembros fantasmas", añadiendo:
“Me resta, demostrar que se llegó también a obtener una fotografía del brazo fluidico de un amputado y eso gracias al magnetizador Alphonse Bouvier. En el Journal du Magnétisme’, julio de 1917, Bouvier publicó la larga relación sobre el modo por el cual llegó a fotografiar un miembro amputado, relación ilustrada con un buen cliché donde aparece la sombra fluídica de un brazo ausente’, y, diríamos, la presencia de la ausencia”.
En los libros: "Gestalt Psychology” (N. Y., 1950) de F. Katz, y "Phantoms in Patients with Leprosy and Elderly Digital Amputers" (N. Y., 1956), de P. Simmel, son relatados casos referentes a amputaciones normales y de miembros en los leprosos. De acuerdo con las observaciones de los investigadores, los pacientes, después de la amputación de brazos y de piernas, comenzaron a constatar la presencia de la parte amputada, llegando a moverla y a sentir hormigueo en aquel lugar. Y aún más: la percepción puede durar, no sólo largo tiempo, sino también toda la vida. F. Katz, por su parte, afirma: "Si una persona, con una pierna amputada, llega a una pared, ella parece atravesarla... la ley de la impenetrabilidad de la materia juzgo que no se aplica a este caso”.
Por otro lado, la declaración de P. Simmel no es menos valiosa, cuanto a comprobado la existencia del “periespíritu”: "después de mis experiencias con leprosos, verifiqué que la pérdida gradual de las partes del cuerpo por absorción, por ser lenta y demorada, no produce fantasmas, y lo más notable es que, en una amputación de restos de dedos y pies, estos se reproducen no como las partes que había, pero, sí, perfectas, esto es, como antes de la absorción”.
Cuenta un hecho interesante: "(....) cuando se despertó de la anestesia, procuró agarrarse el pié. La sensación de existencia del miembro amputado persistía, y el paciente olvidándose, intentó pisar y cayó. Decía más tarde, que podía movilizar los dedos fantasmas (...)”.
No teniendo en este punto nada más que agregar, a pesar de ser autoridades en su especialidad, ciertos fenómenos escapan del dominio de su raciocinio, ya que se colocan, apenas, al nivel de la materia tangible, sensorial...
Más allá de las experiencias supracitadas, surgen otras más sorprendentes y que vienen a ratificar a este espírita que "las sensaciones, emociones e impulsos no se localizan en el cerebro, como quieren los fisiólogos y psicólogos, y, sí, en el Espíritu”.
En la obra "Espiritismo Dialéctico” (1960), del pensador espírita argentino Manuel S. Porteiro, encontramos hechos asombrosos para los psicólogos, mostrando, claramente, que los individuos con lesiones graves, incluso en los centros nerviosos, continúan comportándose naturalmente:
1) Caso presentado en la Academia de Ciencias de Paris por el Dr. Aguepin, el 24 de Marzo de 1945: "Después de operar un soldado que había perdido enorme parte del hemisferio cerebral izquierdo (sustancia cortical y blanca, núcleos centrales etc.), comprobó que el mismo continuó con su comportamiento normal, a despecho de las lesiones y pérdidas de circunvoluciones básicas para las funciones esenciales”.

2) Tamto Lisboa, llamado el Lusitano, publicó, en su libro "Práctica Médica”, de finales del siglo XVI, el siguiente caso: "Un niño de 10 años recibió un fuerte golpe en el cráneo, que cortó el hueso y la membrana meníngea, con pérdida de masa encefálica. Al contrario de lo esperado, la herida cicatrizó. Tres años después, moría hidrocéfalo. El cráneo fue abierto y, para espanto de los médicos, no se encontró el cerebro: en su lugar había líquido. Ese hecho fue considerado extraordinario, pues el niño vivió durante tres años en esta situación con plenitud de sus facultades psíquicas...”.
Para explicar éste y otros casos análogos, los materialistas recurren a la hipótesis del fisiólogo francés Pierre Flourens, según el cual un hemisferio cerebral podrá suplir la falta de otro. ¿Y qué dirán en cuanto a la ausencia total de la masa encefálica? Ahí es que el materialismo se ve obligado a ceder terreno a la Ciencia Espírita y, no sólo en esos fenómenos, sino también en otros, estudiados por la Psicología de manera carente o insatisfactoria, como, por ejemplo, la doble personalidad.
Con el Espiritismo, se puede llegar a una conclusión: ¡Ir más allá e interpretar lo inexorable, esto es porque la respuesta está en nosotros mismos, en el conocimiento de la esencia del ser humano y de las partes en que está compuesto!
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“Jornal Mundo Espírita” Octubre de 1998 - Carlos Bernardo Loureiro – Traducción Dra. Claudia M. Maglio-Esteban

JUNG Y EL ESPIRITISMO

  CARLOS GUSTAV JUNG ARQUETIPOS, ESPÍRITUS Y COMPLEJOS: EL ESPIRITISMO A LA LUZ DE LA PSICOLOGÍA JUNGUIANA Núñez, M. (1996). Archetypes ...